|
CRITICA
Por: PACO CASADO
Finales de la década de los años 40. Cuando el príncipe africano de Botsuana, Seretse Khama, se casa en 1948 con Ruth Williams, una oficinista de la embajada londinense, que es una mujer blanca, británica, se produce un gran revuelo y un conflicto internacional.
El motivo: el apartheid africano, recién implantado, no permitía los matrimonios interraciales.
Aunque era una pareja perfecta, su matrimonio desafió contra viento y marea todas las convenciones sociales y prejuicios raciales teniendo que hacer frente a sus familias, además del rechazo de los gobiernos británico y africano.
No obstante ellos vencieron cualquier oposición y se ganaron el respeto de todos aquellos que estaban en contra. Su amor fue tan auténtico que duró treinta años, hasta la muerte.
Amor y drama son los dos ingredientes fundamentales de este biopic sobre Seretse Khama, rey de Botsuana que, tras regresar de su exilio obligado al que lo sometió en Londres el gobierno británico en 1951, volvió a su país en 1956 y en 1966 renunció a su reinado, declaró la democracia y se proclamó nación independiente como República de Botsuana, siendo él el primer presidente elegido por el pueblo, cuya actitud y ejemplo le sirvió de referente e inspiración a Nelson Mandela; mientras su esposa, Ruth se dedicó a luchar contra el Sida y el racismo.
El país se convirtió en uno de los más prósperos de la región, de ser uno de los más pobres, al convertirse en uno de los grandes productores de diamantes. Cuando fallecieron ambos fueron enterrados juntos en el cementerio real. Su hijo mayor, Ian, es el cuarto presidente democrático del país.
Tras debutar como directora con 'A way of life' (2004), hizo la más que aceptable Belle (2013), en la que ya nos mostraba el problema racial, basado en hechos reales en su Inglaterra natal.
Ahora vuelve a la carga con este su tercer largometraje para el cine, 'Un reino unido' (2016), con la historia de este hombre y posterior presidente de Botsuana que lleva a cabo con una realización clásica.
La época en la que sucede, el país era un reino que se transmitía de padres a hijos, pero al ser Khama menor de edad quedó en manos de su tío Tshekedi, que también se oponía al matrimonio, lo que dificultó al principio la solución final.
Es un biopic que comienza con la juventud de Khama cuando estudiaba Derecho con notable aprovechamiento en Londres donde conoce y se enamora de Ruth Williams, una joven londinense blanca que, contra los consejos de sus familias y sus países, deciden casarse y ahí comienza el conflicto.
Entre ellos la relación era idílica, pero no para los demás, ya que su matrimonio enfrentó a la mitad de Botsuana y al Reino Unido debido a su política postcolonialista en África.
Está bien interpretada, con un correcto trabajo de la pareja protagonista de este drama, David Oyelowo y la británica Rosamund Pike, pero no profundiza mucho en los conflictos que plantea, como el racismo, las injusticias sociales, el cambio histórico, el apartheid.
La historia de amor apenas emociona, la adaptación de ella como princesa de un país que no la quiere pasa algo desapercibida e igualmente la aceptación de Naledi, la hermana de Khama, que en principio la rechazaba, sin embargo la trama política es interesante, aunque sabemos el final al ser una historia real y eso le quita un poco de fuerza.
El film nos narra esta interesante historia, poco conocida, por lo que se agradece que nos la cuenten en la pantalla.
Podía haber sido mejor en el aspecto político pero se queda en la historia de amor interracial de los dos.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
CÓMO SE HIZO
AUDIOS
PREMIERE