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CRITICA
Por: PACO CASADO
Tras participar en los Festivales de cine de Toronto, Hamburgo y San Sebastián llega a las pantallas españolas 'American pastoral' (2016), el debut en la dirección de Ewan McGregor.
Seymour Levov, "el Sueco", fue un atleta famoso en el instituto, jugador de béisbol y ahora un triunfante hombre de negocios con suerte, heredero de una próspera fábrica de guantes, que disfruta una placentera vida junto a Dawn Dwyer, su mujer, irlandesa católica, que fue Miss New Jersey, que constituyen la pareja perfecta, que tienen una hija, Merry, tartamuda.
A esta pareja la seguimos durante varias décadas, tiempo en el que Seymour ve cómo su estabilidad familiar peligra por la turbulenta situación económica de la década de los años 60.
En él se ha cumplido el sueño americano pero acaba rompiéndose.
La tormenta se desata cuando Merry, su hija adolescente, que ha derivado a la izquierda más radical, que participa en las manifestaciones antibélicas y a favor de la gente de color, contra el gobierno de Lyndon B. Johnson, desaparece después de ser acusada de cometer un acto violento de terrorismo político y su padre se dedicará a buscarla y a tratar de reunir a su familia para que no se deshaga.
A partir de aquí las relaciones entre madre e hija cambian y el padre intenta un acercamiento doloroso hacia Merry y toma el único camino para poder seguir adelante, aunque ya no podrá vivir igual tras la decisión adoptada por ella.
Lo que descubre remueve sus cimientos, forzándole a mirar más allá de la superficie y afrontar el caos que está forjando el mundo a su alrededor: ninguna familia americana volverá a ser la misma, porque cambiará para siempre la cultura americana.
En la novela se distinguen dos temas, el social, que el film pone de fondo, y el familiar, en el que profundiza más y en el que aborda la forma en la que un matrimonio norteamericano afronta la agitación social y política de la década de los 60, decantándose por el choque de dos generaciones, mientras deja fuera la reflexión sobre el alma americana.
Ambientada en los cambios del último medio siglo de vida, aborda el fracaso del sueño americano sobre el que muestra sus miserias que termina convertido en pesadilla, reflejada en las situaciones convulsas de esos años en Estados Unidos con las protestas contra la guerra de Vietnam, los atentados de grupos terroristas o la lucha de los negros por sus derechos.
Una novela difícil de adaptar al cine que requería de una mano experta por su complejidad sobre el contexto mundial y la estructura familiar, ya que es más de estados de ánimos que de seguir un argumento, no obstante Philip Roth quedó satisfecho con la adaptación.
Es el debut en la dirección del actor escocés Ewan McGregor con una cinta que es un drama familiar basado en la reconocida novela homónima con la que el escritor Philip Roth ganó el Premio Pulitzer 1998, que es el inicio de su Trilogía americana que se completa con 'Me casé con un comunista' y 'La mancha humana', autor del que seis de sus novelas se han llevado al cine, aunque no siempre con la misma fortuna.
McGregor también asume el protagonismo encarnando a Seymour Levov, el Sueco, personaje que estaba interesado en interpretar desde hacía tiempo, aunque después de tres años de preparación el proyecto estuvo a punto de naufragar y se vio obligado a asumir la dirección para sacarlo adelante, algo que hace con corrección y más buena voluntad que conocimientos, debido a su falta de experiencia directiva, limitándose a ilustrar las situaciones.
Hay que felicitarlo por no elegir un texto sencillo, en el que cuesta entrar, pero el producto final es interesante con una historia que intenta mostrar lo que fue la conflictiva América de aquellos años, en la que la gente joven ya no respondían a los cantos de sirena que significaban la defensa del país y se manifestaba de forma violenta contra la guerra de Vietnam y el racismo, en una nación en conflicto con el enfrentamiento entre distintas generaciones.
El resultado no es perfecto pero tiene momentos interesantes.
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