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CRITICA
Por: PACO CASADO
A raíz de las adaptaciones a la pantalla de tres de los libros de la serie 'Millennium', de Stieg Larsson, parece que se han puesto de moda las novelas nórdicas para ser llevadas al cine y así surge ahora este nuevo ejemplo de 'El muñeco de nieve', basado en el séptimo de los títulos y según el parecer de la crítica es el mejor de los once de corte policiaco escritos por Jo Nesbo, uno de los mejores autores de este género de aquellas tierras, cuyos argumentos suelen ser bastante complicados, de los que ha vendido varios millones de ejemplares, todos ellos teniendo como protagonista al detective Harry Hole de la policía de Oslo.
La acción se desarrolla en la Noruega actual donde el brillante detective, con problemas con la bebida, solitario y atormentado, investiga la misteriosa desaparición de una mujer cuya única pista es un pañuelo rosa que se encuentra colgado del cuello de un muñeco de nieve de aspecto ominoso, situado junto a la casa de la víctima, que constituye el caso más difícil de su carrera, que ha de resolver con Katrine Bratt, su nueva compañera de trabajo.
Ambos temen que un asesino al que se creía muerto haya vuelto. Si logran sacar a la luz al psicópata olvidado tanto tiempo, podrían resolver el caso. Éste se comunica con el detective a través de notas desafiantes firmadas con el dibujo de un muñeco de nieve, de ahí el título de la novela y de la película.
Uno de los aspectos más interesantes de las producciones policíacas es la relación que se suele establecer entre el asesino y el detective que trata de darle caza y para ello ha de comprender las motivaciones que le han llevado a cometer sus crímenes en serie.
Matthew Michael Carnahan se ha encargado de la adaptación de la novela, de unas seiscientas páginas, en la que hay varias acciones paralelas, entre ellas la relación del asesino con la complicada vida del detective, que se ha suprimido a la hora de hacer el guion, aquí establecida mediante unas simples notas que están firmada con el muñeco de nieve pintado en ellas.
El director sueco Tomas Alfredson, uno de los más interesantes de su país en la actualidad, que ya nos dio una buena muestra de su cine con 'Déjame entrar' (2008) un film de terror y 'El topo' (2011), con una trama de espionaje sobre la novela de John Le Carré, que fue nominada a tres Oscar, lleva ahora a cabo, seis años después, la puesta en escena de esta exitosa novela policiaca del escritor noruego Jo Nesbo sobre asesinatos en serie a los que se enfrenta el eficiente detective en momentos bajo de su amargada vida, destrozado por el alcohol, que sostiene el suspense y el interés del espectador que debe estar muy atento para no perder el hilo.
Al director parece interesarle más el drama del protagonista que encontrar al asesino, que le origina al policía un trauma de culpabilidad.
Abusa de las pistas falsas y situaciones excesivas, pero lo hace de forma exquisita en la composición de los planos, y no obstante entretiene notablemente, con una fotografía del ganador de un Oscar Dion Beebe que obtiene un buen provecho de unos paisajes helados impresionantes.
Michael Fassbender, eficaz actor, incorpora al detective, que parece por su físico un antihéroe, debido a su tendencia al alcoholismo, y a su lado Rebecca Fergusson en el papel de la ayudante del inspector, que ambos cumplen con sus respectivos cometidos, arropados por un reparto de secundarios más que interesante siendo el único que desentona el casi irreconocible Val Kilmer.
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