|
CRITICA
Por: PACO CASADO
No siempre se puede hacer un debut en la dirección de un largometraje como lo ha hecho la madrileña Ana Asesino, rodando en las calles de Nueva York, en una película de producción norteamericana, aunque sea filmada en súper 16 milímetros, ya que si sale bien cualquier formato es bueno, al tiempo que se atreve de asumir además de la dirección la responsabilidad de escribir el guion, donde pone algo de su propia vivencia personal cuando tuvo que malvivir varios meses a la espera de un visado, y el protagonismo de esta historia intimista sobre la soledad, cuyo título es un piropo a Manhattan.
Una mujer española llamada Luciana lucha por sobrevivir en los Eastados Unidos como inmigrante indocumentada, al mismo tiempo que intenta escapar del dolor de un pasado oscuro que le llevará a verse involucrada en un misterioso juego en el que acabará poniendo su vida en grave peligro metida en un infierno.
Es un breve retrato de los problemas que tienen las personas que han emigrado en este caso a los Estados Unidos pensando encontrar allí un paríso, sin tener papeles en regla para poder trabajar y ganarse la vida, que a lo más se tienen que conformar con un trabajo basura, repartiendo propaganda, anunciando pollos asados o haciendo de niñera para recoger a unos revoltosos niños del colegio o la guardería.
Al no tener documentación legal tampoco tienen seguro médico, ni dinero para ir a una consulta particular y en muchas ocasiones algunas mujeres caen en la prostitución para poder pagar un alquiler o tener dinero para comer.
Lo que empieza como un día cualquiera en Nueva York para Luciana, acaba con una serie de situaciones extremas que ponen al límite la fortaleza mental para la diversión de los controladores del juego en el que se ve metida ella junto con otras mujeres que han sido contratadas para asistir a una fiesta y con una buena dotación como pago por un trabajo aparentemente sencillo sin que se vean obligadas a hacer aquello que no quieran.
El film tiene claramente dos partes, una primera que podríamos decir de ambientación o de situacion de la protagonista y sus dificultades para subsistir y una segunda en la que tras hacer amistad con Olga, una emigrante rusa, que le propone sustituirla en un trabajo fácil como es participar en una fiesta, aunque algo extraño deberá haber detrás cuando pagan tan espléndidamente.
Si bien la primera parte transcurre con un aspecto casi de documental, de los avatares de Luciana, que resulta algo aburrida o de relleno, sin embargo conforme avanza la acción se va metiendo en una espiral que es más interesante y con algo de suspense que mantiene el interés del espectador mostrando la cara más amarga del sueño americano.
La madrileña Ana Asensio, que lleva viviendo varios años en Nueva York, sale discretamente airosa de sus labores sin que sean para echar las campanas al vuelo considerando que ha dispuesto de un corto presupuesto y que es la primera cinta que dirige sin haber hecho antes ni siquiera un cortometraje, mientras que como actriz sí tiene la experiencia de participar en tres series de televisión, varios cortos y algún que otro largometraje entre otros 'El lápiz del carpintero' (2003), 'La caja Kovak' (2006) y más reciente 'Carne cruda' (2011).
Premio en los festivales Sidewalk y SXSW de Austin para Ana Asensio. Nominada a los Spirit Awards.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
BANDA SONORA
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE