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CRITICA
Por: PACO CASADO
La larga saga en torno al mundo medievalista de 'El señor de los Anillos' creada literariamente por el profesor, filólogo y escritor británico John Ronald Reuel Tolkien, que en su edición inglesa ocupa tres gruesos volúmenes, por motivos editoriales, fueron publicados entre los años 1954 y 1955.
La historia tiene lugar en la Tierra Media, un lugar inventado, poblado por hombres y otras razas como los hobbis, los enanos, los elfos y demás seres fantásticos.
Allí viaja el joven hobbit Frodo Bolson que se metido en una aventura increíble cuando se le encarga la misión de destruir el Anillo Θnico que es la principal fuente de poder de su creador, el oscuro Señor Sauron.
Le acompañan los guerreros Gandalf, Aragorn y Boromir, pero a pesar de ello no será un trabajo fácil eliminar todo el mal de la Tierra Media.
La novela, que se convirtió en una de las obras más populares de la literatura del siglo XX, fue escrita mientras se encontraba internado en un hospital tras caer enfermo durante la Primera Guerra Mundial, ha sido llevada a la gran pantalla por Ralph Bakshi utilizando el dibujo animado, pero usando también la fotografía virada en negativo para una gran cantidad de escenas.
El mundo fantástico prolijamente narrado por J. R. R. Tolkien era difícil de llevar al cine, ya que su hilo argumental es bastante complejo y sumamente lleno de entresijos narrativos.
Todo ello formando un gran fresco en torno a una época imprecisa, la Tierra Media, y un espacio, la Comarca, poblada por hombres, pero también por toda clase de seres imaginarios, unos benéficos y otros malvados.
Ralph Bakshi, que ya dirigió la erótica 'El gato caliente' (1972), crea una obra animada absolutamente hermosa, muy distinta de la animación de Disney, y decide respetar casi fielmente el libro, lo que hace que la película sea un poco larga para los pequeños espectadores, con sus más de dos horas de duración, a pesar de que sólo cubra la mitad de la obra original, si bien el tono fantástico y aventurero de las admirables peripecias del texto literario mantiene muy bien la atención del público adulto.
Visualmente, el film es de una enorme riqueza, tomando por base los modernos estilos del comic de la década de los años setenta, con extraños y originarios colores.
En cuanto a los dibujos usa de la silueta sobre fondo plano, con tonos vivos contrastando con la abundancia de los grises y negros para las fotografías viradas en negativo.
Resulta todo un alarde técnico en lo plástico que forma tal vez lo más avanzado y sugestivo de esta buena cinta.
Una película interesante, si bien la base literaria era ya un reto para ser plasmada en el cine, los resultados fueron realmente notables.
Logró el premio Giffoni de oro y una nominación a los Globos de oro a la mejor banda sonora original de Leonard Rosenman.
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