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CRITICA
Por: PACO CASADO
Nos llega esta producción con bastante retraso, pero no obstante siempre es interesante conocer una película de Alfred Hitchcock, el mago del suspense.
Ciertamente que 'El proceso Paradine' (1947) no está entre sus films más famosos, ni tal vez entre los mejores de su filmografía.
Aquí nos cuenta un proceso criminal con su juicio final incluido y en el que el espectador acostumbrado a la sorpresa que siempre nos ofrecen sus cintas, espera encontrar algo más que finalmente le satisfaga, pero no ocurre así y lo sorprendente es que Alfred Hitchcock no nos haya guardado una sorpresa en esta ocasión cosa que no es muy habitual en él.
El guion está firmado, una vez más, por su esposa, Alma Reville, que en muchas ocasiones es el alma de sus películas, nunca mejor dicho, pero no sucede así en ésta, que está basada en la novela escrita por Robert Hichens.
Al ser asesinado un militar inglés muy célebre, as sospechas recae en su esposa Maddalena Paradine, una mujer de una gran belleza, mucho más joven que él.
Poco a poco la investigación parece confirmar su culpabilidad y es detenida y es acusada del asesinato de su marido, Richard Paradine, un coronel retirado invidente y dueño de una gran fortuna.
De su defensa se encarga el famoso abogado Anthony Keane, un joven letrado, felizmente casado, y prestigioso criminalista, que en su trato con la detenida hace que se enamore de Maddalena, la acusada de envenenamiento a la que defiende.
El pasado de Maddalena es borrascoso y su boda con el coronel fue interpretada por todos como un matrimonio de conveniencia.
En estas circunstancias toma cuerpo la sospecha de asesinato que al abogado le va a costar mucho trabajo esclarecer favorablemente para su cliente.
El enamoramiento de Maddalena hace que sufra un ataque de celos por la vida anterior de su cliente.
Desfasadas así las cosas sus ideas se ofuscan y eso hace que no ve clara la realidad.
Partiendo de la novela de base el argumento está centrado en la sala del juicio y se limita al diálogo intenso de cada uno de las personas que intervienen en el proceso.
El maestro del suspense realiza un excelente trabajo lleno de intriga que está impecablemente interpretado por la pareja protagonista con participaciones brillantes de Charles Laughton y Ethel Barrymore, estando el resto del reparto compuesto por primeras figuras a la altura de la gran calidad interpretativa.
Este film pertenece a un pequeño bache, breve, en la filmografía de este insigne director inglés, afincado en el cine de Hollywood desde hace muchos años.
Anterior a este hizo una gran cinta con 'Recuerda' (1945) y a continuación una de las que posee más nombre, 'Encadenados' (1946).
El viejo Hitchcock nos demuestra, una vez más, que es capaz de mantener la atención y el suspense en el espectador, aún como en este caso sea con un proceso judicial simple y sin complicaciones de otro género que le ayuden a ello.
Junto al proceso criminal corre otro paralelo, tal vez como consecuencia de su película anterior, 'Recuerda' (1945), en la que lleva adelante las relaciones entre el abogado defensor y su esposa, desde un punto de vista psicológico.
Como nota curiosa anotemos que en principio se pensó en Laurence Olivier y Greta Garbo para encarnar a la pareja protagonista.
A pesar de haber transcurrido tanto tiempo desde su realización, este film se ve con bastante agrado y su cine no parece que tenga esa antigüedad.
Esta es la obra de un artesano que más adelante llegaría a la categoría de maestro.
Nominada al Oscar como mejor actriz de reparto Ethel Barrymore.
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