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CRITICA
Por: PACO CASADO
Es sabido que el cine de terror tiene un cierto atractivo para los espectadores jóvenes, porque se lo pasan bien teniendo miedo o tomándolo a broma. Pero es que últimamente también se están haciendo películas de terror para los públicos más pequeños.
Ahí están ejemplos cercanos como 'Monstruos S.A.' (2001), 'Hotel Transilvania' (2012) o el caso más reciente de 'Coco' (2017) con el gran éxito que ha tenido.
En esta línea parece querer situarse 'Una familia feliz' (2017) en la que los personajes se ven transformados en monstruos del género terrorífico como son Drácula, Frankenstein, la Momia o el Hombre lobo.
La disfuncional familia Wishbone no es feliz a pesar del título de este film. La librería de la madre, Emma, está en quiebra; Frank, el padre, tiene un jefe que es un tirano; la hija adolescente Fay, no sabe qué hacer con su vida y el pequeño Max, es un genio de los números que sufre acoso escolar y no tiene amigos y está de pelea constante con su hermana.
Un día Emma decide que vayan a una fiesta de disfraces en un parque temático, pero las cosas no salen como estaban planeadas y la bruja Baba Yaga, cumpliendo un deseo del conde Drácula, los hechiza y los convierte en los personajes de lo que van disfrazados: Emma en una vampira, Frank en Frankenstein, Fay en una Momia y Max en un pequeño hombre lobo.
Drácula está triste porque vive solo en su castillo por lo que desea tener una esposa y se ha fijado en Emma y de ahí el que mande a la bruja a que los hechice.
Para romper el hechizo y recuperar su identidad y unidad dejando de ser monstruos tendrán que trabajar en equipo y volver a creer en la felicidad familiar.
El guion está basado en la novela infantil 'Happy Family', del escritor alemán David Safier, todo un especialista en narraciones cómicas, que a su vez se inspira en una atracción turística que se encuentra en un parque temático en Inglaterra llamada Wookey Hole.
A pesar de aparecer esos monstruos del cine, la historia está tomada a broma, como no podía ser de otra forma tratándose de una producción destinada a la diversión de toda la familia, incluidos los más pequeños.
La risa proviene de las ventosidades que expele Frank, de los enfados de Fay y del miedo que provoca Max a los que se le acercan y otras situaciones cómicas que se producen a lo largo de esta increíble y monstruosa aventura.
En el aspecto técnico no ofrece ninguna novedad en el dibujo que es muy convencional, con un argumento lleno de clichés fílmicos.
La dirección corre a cargo del alemán Holger Tappe, del que ya se vio 'Rebelión en la isla' (2006).
El mensaje que encierra es que a veces no le damos valor a lo que tenemos más cercano a nosotros y no comparamos con la situación de otras personas de nuestro entorno, y que debemos luchar contra el mal así como darle la importancia que tiene el amor a la familia para permanecer unidos.
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