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CRITICA
Por: PACO CASADO
Steven Soderberg al ganar la Palma de oro en el festival de Cannes con 'Sexo, mentiras y cintas de vídeo' (1989), se convirtió en la gran esperanza del cine americano, pero curiosamente el Oscar al mejor director lo ganó con 'Traffic' (2000) tras haber hecho varias películas dentro del esquema del mejor cine comercial, aunque él gusta de asumir también, cuando puede la dirección de fotografía, para darle un carácter más personal a su cine.
Dentro de esa línea asumió el reto de hacer un remake de La cuadrilla de los once, el film que en 1960 dirigió Lewis Milestone e interpretó el clan Sinatra.
De aquella tan sólo queda la idea original de asaltar cinco casinos de Las Vegas simultáneamente y algunos personajes.
Aquí se ha quedado en robar la imposible cámara acorazada del Bellagio que guarda la recaudación de tres de ellos y al mismo tiempo recuperar a la novia del dueño, que es la mujer del jefe de la banda.
Lógicamente la anterior película se ha quedado anticuada en su ingenuidad y a ésta se le ha añadido la última tecnología, sin la cual no tendría mucho sentido hoy día.
Esa alta tecnología la hace tan sofisticada en su técnica que le falta corazón, emoción, al tiempo que al complicar en exceso los hechos resulta increíble que pueda ser posible.
Hay escenas muy convencionales y si se analizan fríamente hay fallos en un guion aparentemente perfecto.
Tiene también como en la original un gran reparto de estrellas que en sus cortos cometidos adornan esta entretenida producción. El Soderberg fotógrafo está por encima del Soderberg director, que sólo tiene que dejar actuar a sus estrellas.
Premio Alma para Andy Garcia. Bogey de oro en los premios alemanes. Premio de la revista National Board. Premio BMI a la música de David Holmes.
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