|
CRITICA
Por: PACO CASADO
Las películas que tienen por protagonistas a minusválidos constituyen casi un subgénero y entre ellas se llevan la palma las de ciegos.
El caso que nos ocupa sucedió realmente y sus protagonistas aún viven en el momento de escribir esta crítica.
Amy, una arquitecta de Nueva York, visita una clínica de descanso.
Allí conoce a Virgil, un joven masajista ciego del que se enamora.
Cuando Virgil se opera para recuperar la vista, descubrirá que el mundo al que tiene que enfrentarse es mucho más complicado que el que tenía en la oscuridad.
Los que tenemos visión creemos que el hecho de recuperar la vista puede ser maravilloso, pero no ocurre así en las pocas personas que logran el milagro, ya que no es fácil adaptarse a un mundo que desconocen por completo y en el que todo es nuevo para ellos, desde los colores a las formas, la posibilidad de identificar objetos que tan sólo podían hacer a través del tacto, el oído, el olfato o adaptarse a las distancias, relieves, caracteres para la lectura, etc.
De hecho algunos de los que lograron ver se suicidaron debido a la desesperación de no poder adaptarse y otros prefirieron seguir siendo ciegos, algo que los demás mortales no acabamos de comprender.
Para el protagonista ver es saber lo que queremos y hacer lo que nos dicta nuestro corazón.
Este complejo proceso es el que trata de explicarnos este film, que se entretiene en su primera parte en la romántica historia de amor para pasar después al tema de la adaptación.
Está basado en la historia que cuenta el artículo del doctor Oliver Sacks titulado 'Ver o no ver', publicado en la revista New Yorker.
Este no es el primer artículo de Sacks que se convierte en película, ya que el largometraje 'Despertares' (1990), protagonizado por Robert de Niro y Robin Williams, también estaba basado en un relato del mismo autor.
El guion ha querido ser más ambicioso de la cuenta y no abarca bien todo lo que quería exponer y ello hace que algunos personajes queden un poco desdibujados, como es el de la hermana del protagonista, muy bien interpretado por Kelly McGillis, una actriz que iba para estrella y cuya carrera no terminó de despegar a pesar del buen trabajo que hizo en 'Único testigo' (1985).
Desarrolla bien algunos personajes pero no profundiza en el conflicto, ni en las tramas secundarias.
En lo que respecta a la pareja principal, Mira Sorvino pone toda su sensibilidad en el papel y Val Kilmer logra posiblemente su mejor trabajo en la pantalla, lo cual no es mucho decir.
Estupenda la música de Mark Isham que acompaña adecuadamente a las imágenes.
Lástima que Irwin Winkler no le haya dado más fuerza a la dirección y coordinado mejor todos los elementos.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
TRÁILER'S
BANDA SONORA
CLIPS
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE