|
CRITICA
Por: PACO CASADO
Elena y Ernesto formaban una pareja feliz hasta que la muerte de su hijo Carlo de 12 años los separó. Ernesto era un fotógrafo famoso y ahora da cursos en la cárcel, donde conoce a Ian, que cumple condena por vender drogas, que está a punto de salir, y ve en él cualidades para la fotografía.
En su casa, situada en un barrio marginal de Londres, vive Adam su borracho padre, Rita su madre que se lleva mal con su marido y su hermana pequeña, personajes que componen un hogar destrozado de esta familia disfuncional.
Por su parte Elena vive ahora con Stewart, que trata que ella rehaga su vida. Tiene una galería de exposiciones.
Ernesto está enfermo y tres años después aún la quiere y hace una última exposición en su galería con fotos de ella, con la ayuda de Ian.
Mirko Pincelli, tras llevar a cabo varios cortos y documentales como director de fotografía, dirigió tres de ellos.
Forma un buen tándem con su socio y amigo Enrico Tessarin, quien se ha encargado de hacer el guion de esta historia con la que debuta el primero como director de un largometraje que se centra en el tema de este fotógrafo, algo en lo que Pincelli posee experiencia al tener una licenciatura en fotografía por la Universidad del Este de Londres.
Para ser una ópera prima Pincelli rueda con cierta naturalidad y fluidez este drama con una buena dirección de sus principales actores.
El aspecto fotográfico está muy cuidado, como no podía ser de otra manera, eligiendo bien los bellos paisajes, así como los interiores en los que se desarrolla parte de la acción.
La vida de la pareja protagonista transcurre en Londres y la aparición de Ian supone para ellos como recuperar al hijo que ambos perdieron en un accidente fortuito.
El rico guion de esta película toca a través de sus personajes varios temas que lo hacen interesante: el dolor de una familia rota, otra que se lleva mal, un hijo que cae en la venta de drogas, la relación con los traficantes que lo siguen persiguiendo, las personas que tratan de rehacer sus vidas debido a la pérdida, aunque sigan separados pero no han dejado de quererse mostrando sus sentimientos, el sentido de la culpabilidad de varios de ellos y la presencia del amor como medicina que puede curar todos esos males.
De todo ello podemos obtener unas consecuencias positivas, derivadas de sus mensajes que se desprenden lo que les llevará a redención de algunos a través de la superación de sus respectivos problemas.
Mejor director, actor (Nico Mirallego) y del público en el Festival Gallio.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
BANDA SONORA
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE