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CRITICA
Por: PACO CASADO
Las producciones de terror con bastante frecuencia recurren a hacer secuelas o precuelas de títulos que se convirtieron en míticos o de culto en su momento y aunque en algunos casos haya pasado bastante tiempo y los espectadores jóvenes actuales tal vez no tuvieran ocasión de conocer la película base, sin embargo, por el simple hecho de ser de terror acuden a verla, como ha ocurrido con la que comentamos, aunque en esta secuela no es necesariamente imprescindible haber visto el origen de la historia ya que se entiende perfectamente.
Sobre el tema se han hecho hasta diez secuelas en distintos años, ya que es un tema muy socorrido para programar cuando cada noche del 31 de octubre llega esta mítica fiesta norteamericana de Halloween.
Jamie Lee Curtis ha interpretado, además de la original, cuatro secuelas y esta sería la quinta.
La protagonista de la primera, entonces una joven Jamie Lee Curtis de 20 años que hacía su primer papel en el cine, regresa a su personaje más emblemático como Laurie Strode, perseguida por Michael Myer, un psicópata asesino durante la noche de Halloween, del que escapó con vida, hecho que le atormenta desde entonces.
Una paranoia que la separa de su hija Karen, dividida entre la compasión y la frustración provocada por su obsesiva madre, mientras Allyson, su nieta, se esfuerza por volverlas a unir.
Esta es la mejor secuela del clásico de terror de 1978 dirigido por John Carpenter, que esta vez se limita a su producción, y que ahora realiza David Gordon Green, cuyo notable guion ha coescrito el director con el cómico Danny McBride, que se olvidan de las anteriores, como si no existieran, y hacen una continuación directa del original.
El film traza un nuevo camino a partir de lo ocurrido en el estrenado hace ahora cuatro décadas, donde aparecía por primera vez Michael Myer, un psicópata asesino enmascarado, que ahora se encuentra en un hospital psiquiátrico, al que visitan Aaron y Dana, una pareja de periodistas ingleses que investigan sus crímenes, para hacerles una entrevista, pero lleva años sin pronunciar una sola palabra y poco después logran que les reciba Laurie.
Tras lograr escapar, Myers se dirige a la ciudad de Haddonfield y después de cometer varios asesinatos va en busca de Laurie, la única de sus víctimas que logró huir con vida de aquella matanza.
Laurie tiene ahora 60 años, una familia y se ha convertido en abuela, pero sigue traumatizada desde aquella terrorífica noche, y a pesar del paso de los años, está obsesionada con que algún día se podrá vengar de él teniendo la oportunidad de matarlo y así exorcizar sus demonios en un enfrentamiento a vida o muerte, por lo que ha hecho de su casa un fortín en el que acumula gran cantidad de armas.
La cinta está realizada con un gran respeto por la historia original, cumpliendo con las normas del género, con momentos de tensión y otros previsibles, con muertes varias, sin olvidar los sobresaltos provocados por ruidos o golpes de música, que por cierto se ha respetado la partitura original que compuso el propio Carpenter, que tiene algún parecido con la de 'El exorcista' (1973) que crea bien la tensión y el suspense, comenzando con la secuencia inicial en el psiquiátrico.
Tiene interesantes movimientos de cámara, con una fotografía muy aseada y una interpretación en general de unos actores que están bien encajados en sus respectivos papeles con una ya madura Jamie Lee Curtis al frente, consciente de su edad y de la del personaje que ella encarna.
Nos ha sorprendido que un director como David Gordon Green, responsable de comedietas tan burdas y de tan baja calidad como 'Superfumados' (2008) haya mejorado tanto como para lograr un aceptable producto como es 'La noche de Halloween' (2018) con la que se hace un homenaje al título original.
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