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CRITICA
Por: PACO CASADO
El tema del Ku Klux Klan no es nuevo en la pantalla ya que desde sus orígenes existen producciones que lo trataron, como 'El nacimiento de una nación' (1915), de David Ward Griffith, casi en los comienzos del cine cuando aún era mudo, que si bien era interesante por su montaje, sin embargo era bastante racista, a la que han seguido más modernamente otros títulos como 'Tiempo de matar' (1996), de Joel Schumacher o 'Arde Mississippi' (1988), de Alan Parker, por ejemplo.
En los años setenta se produjo una gran agitación social con la encarnizada lucha por los derechos civiles emprendida años antes por Martin Luther King.
En esa época Ron Stalworth se convierte en el primer detective negro del departamento de policía de Colorado Springs, donde es recibido con escepticismo y hostilidad por los compañeros.
Sin achicarse por ello, decide seguir adelante y hace amistad con Patrice Dumas, que lidera el movimiento local de liberación negro, de la que termina enamorado.
Tras ello decide hacer algo por su comunidad llevando a cabo una misión tan peligrosa como absurda siendo él negro: infiltrarse en el Ku Klux Klan, pero para ello necesita a un compañero blanco que se haga pasar por él.
Se basa en la historia real del primer policía negro que se infiltró durante los años 70 en el Ku Klux Klan, un drama que realiza una crítica sobre el actual rebrote de racismo y fascismo, como lo demuestra terminando esta película con la presencia de Donald Trump en la pantalla mientras grupos de blancos y negros se pelean en las calles por los derechos civiles en imágenes recientes de la revuelta de Charlottesville (Virginia) en agosto de 2017.
Cuenta con un reparto al frente del cual está John David Washington, (hijo de Denzel Washington), actor habitual con Spike Lee, que se pone en la piel del primer agente negro de Colorado Springs, y Adam Driver como Flip Zimmerman el compañero blanco que le ayuda a infiltrarse en la famosa red de extrema derecha, liderada en aquellos años por David Duke, frente al movimiento del Black Power en favor de la defensa de los derechos civiles emprendida por Martin Luher King.
Si no se sabe que está basada en un hecho real es difícil de creer lo que está contado en el libro de Ron Stallworth, que es en el que se basa este film, en el que cuenta su propia hazaña.
Un día Ron ve en un periódico un anuncio en el que animaba a apuntarse al Ku Klux Klan, llama por teléfono, habla con David Duke, que era el jefe de la organización, como ellos lo llaman, con el que hace una buena amistad telefónica, y lo reclutan, pero como es negro se agencia a un compañero blanco para que lo sustituya y se haga pasar por él, siendo su imagen blanca frente a los compañeros del Ku Klux Klan, aunque éste era judío que los odian tanto como a los negros.
Hay diálogos que se refieren veladamente a la política actual norteamericana del Presidente Donald Trump ya que lo que pasó en esos años puede volver a reproducirse de nuevo ahora, como se ve en la imágenes finales.
La cinta se abre con un fragmento de 'Lo que el viento se llevó' (1939) y con un político que habla sobre el peligro que suponen los negros.
El director de color Spike Lee comenzó con un tipo de cine interesante como eran 'Haz lo que debas' (1989), 'Cuanto más mejor' (1990) o 'Malcolm X' (1992), entre otras, pero ha ido decayendo con productos menores y no por ello más comercial, que hubiera sido algo normal, como suele suceder, aunque sin perder sus denuncias sobre los males sociales o políticos de la nación norteamericana y aquí vuelve a tocar la cuestión racial con un tono entre policiaco y de comedia negra.
Por el aspecto de thriller de 'Infiltrado en el KKKlan' (2018) podríamos situarla al lado de 'Plan oculto' (2006).
En la película se deja claro el actual estado sobre el racismo, el fascismo y la violencia desatada hace más de un año contra las marchas ultranacionalistas, aunque lo hace con un retrato un tanto caricaturesco, con un provocador sentido del humor y con declarada intención política.
El film combina humor y denuncia de forma entretenida, bien interpretado, donde al final se ven imágenes reales de lo que ya se ha contado sobre el racismo, la discriminación y el odio a lo que hay que seguir haciendo frente.
Gran premio del jurado y mención especial del Ecuménico en el Festival de Cannes. Premio Hollywood a John David Washington. Premio del público en Locarno. Nominada a 4 Globos de oro: mejor drama, director, actor principal John David Washington y secundario Alan Driver.
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