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CRITICA
Por: PACO CASADO
El cine bélico suele ser espectacular, por las batallas y la abundancia de estrellas que se introducen en esas películas.
Aquí se nos cuenta la llamada Operación Market Garden que llevó a cabo el mariscal Montgomery durante la Segunda Guerra Mundial. Su objetivo era el puente de Arnhem, en Holanda, junto a otros más.
Se utilizaron veinte mil hombres, quedando con vida unos tres mil y se tardó nueve días en conseguirlo.
Dio comienzo el 17 de septiembre de 1944, cuando los aliados iniciaron una operación detinada a terminar antes de Navidda. El arriesgado plan consistía en conquistar Holanda en una ofensiva relámpago con fuerzas aerotransportadas, abriendo así un corredor directo al corazón industrial de Alemania para poner fin a su capacidad productiva. Pero todas las previsiones resultaron erróneas y la operación se convirtió en un desastre de enormes proporciones.
Cornelius Ryan recogió en un libro que llegó a ser un best seller los hechos principales de este hechio poco recordado de la Segunda Guerra Mundial: la última gran batalla ganada por los alemanes, que tuvo lugar en Holanda y que les costó a los aliados más najas que en el desembarco de Normandía, y William Goldman lo transformó en guion para la pantalla.
Richard Attenborough fue el encargado de dirigirlo y convertirlo en imágenes, aunque por lo conseguido tal vez no fuera el más capacitado para ello. Contó con el presupuesto más alto destinado hasta entonces para un film bélico, y reunió a un elenco de prmeras figuras, típico de las producciones de este género.
La acción de los diversos frentes diluye a veces el interés, a pesar de que en el film no se han ahorrado medios, ni actores famosos, aunque sea en pequeñas intervenciones.
El resultado es una cinta aceptable, antibelicista y altamente espectacular, de ritmo lento y cansino en ocasiones, aunque con buenos efectos especiales.
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