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CRITICA
Por: PACO CASADO
En 1963 Orson Welles comenzó una película basada en la novela de Charles Williams a la que tituló 'The Deep' (1970), con Laurence Harvey, Jeanne Moreau y el propio Welles, pero algunas dificultades hicieron que no llegara a terminarla.
Al cabo de los años el australiano Phillip Noyce compró los derechos a Oja Kadar para hacer su versión de la novela y no quiso ni ver lo que había rodado Orson Welles, ni tan siquiera leer el guion.
Noyce cambió algunos aspectos del libro, poniendo a una mujer más joven y metiendo un perro en la trama.
John Ingram y su esposa, Rae, emprenden un viaje en su velero por el Pacífico para recuperarse de la muerte de su hijo en un accidente de tráfico. Las cosas se complican cuando recogen a un náufrago llamado Hughie, único superviviente de un barco en el que todos los ocupantes han muerto a causa de una intoxicación alimenticia.
Cuando descubre que Hughie es un psicópata, su viaje se convierte en una auténtica pesadilla.
El film lo lleva a buen ritmo, a pesar de los pocos personajes y la tensión entre ellos, así como el escenario único.
Supuso el lanzamiento del director australiano en los Estados Unidos y lo mismo ocurrió con Nicole Kidman y Sam Neill para quienes actuó como trampolín para ingresar en el cine de Hollywood.
Se ve con facilidad y agrado, aunque le sobra el doble final. Tal vez pensara que si acababa metros antes lo haría sin emoción, como si no tuviera ya bastante suspense a lo largo de la trama como para tener que añadirle ese remate tan efectista. Bien elegidos los actores, espléndida la fotografía de Dean Semler y Geoff Burton y la música de Graeme Revell para una cinta con un suspense bastante más que aceptable.
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