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CRITICA
Por: PACO CASADO
A veces criticamos que los títulos que se le ponen a las películas en España no corresponden con la traducción del original, pero este que parecía, a priori, poco atractivo, sin embargo se ha convertido en un film de culto.
No obstante hay ocasiones en las que de verdad no hay más remedio que darles la razón a quienes no lo hacen así, porque puede ser motivo del fracaso.
Entre otras cosas porque hay algunos que tienen unos títulos originales intraducibles o bien que no dicen nada en nuestro idioma o que aquí no tienen ningún significado.
A decir verdad 'Tomates verdes fritos' (1991) no es más que una de las tapas favoritas de la protagonista en el bar que ella regenta y ciertamente no nos dice mucho, poco o nada, y no resulta atractivo de cara al gran público.
Porque nadie puede decir que tras este poco atractivo título de carácter culinario, se encierra una interesante historia que mantiene viva la atención del espectador durante todo el largo metraje de la cinta.
Evelyn es un ama de casa que tiene problemas en su matrimonio.
No obstante acompaña a su marido a visitar a una tía en el hospital.
Casualmente en la sala de espera entabla amistad con una extrovertida anciana que le habla de un asesinato ocurrido en el pueblo vecino que no ha sido suficientemente aclarado y le cautiva con sus relatos acerca de una joven que vivió en la década de 1920 en Alabama.
El relato, que arranca en 1920, con la muerte de un joven arrollado por el tren, apenas alcanza el primer escalón del drama, pero Evelynn queda tan intrigada que no perderá ocasión de regresar a la clínica para conocer el resto de la historia.
Y su propia vida irá cambiando según descubre aquellos lejanos acontecimientos.
Gracias a ello Evelyn aprende a ser más enérgica y a tomar las riendas de su vida.
El guion está basado en la adaptación de la novela homónima de Fannie Flagg, considerada una de las mejores retratistas de los ambientes sureños de los Estados Unidos, junto a Margaret Mitchell y Marjorie Rawlings.
Su argumento se desarrolla en una residencia de ancianos, cosa que gusta mucho a los veteranos miembros de la Academia del cine de Hollywood y en él se tocan temas como el racismo, el mal trato a las mujeres y otros problemas, que van siendo, contados por una anciana a otra mujer que visita el asilo con frecuencia y que está interesada en saber, tanto o más que el espectador, en qué termina el relato, con un crimen, un juicio, unas investigaciones y todo lo necesario para una película con un cierto suspense, una historia de amistad entre dos mujeres mayores y otras dos jóvenes.
Si bien las dos veteranas, Kathy Bates y Jessica Tandy, ambas ganadoras del Oscar, la primera por 'Misery' (1990) y la segunda por 'Paseando a Miss Daisy' (1989) encabezan el reparto, más lo merecen las jóvenes Mary Louise Parker y Mary Stuart Masterson, que son las que de verdad llevan el peso de la película, haciendo un buen trabajo, sobre todo de la primera.
En definitiva es una historia de amistad entre dos mujeres mayores y otras dos jóvenes y eso se nota ya que las guionistas son dos mujeres, basadas en la novela de una de ellas, por lo que vuelven a dar preeminencia a los papeles femeninos.
Cabe destacar el resbaladizo tratamiento de la presunta homosexualidad del personaje que interpreta Mary Stuart Masterson, que en el film nunca llega más que a insinuarse, aunque en la novela sí queda bien patente.
Esta cinta significó el prometedor debut en la dirección del hasta entonces productor Jon Avnet, que se ha curtido en el difícil ejercicio de la producción, tanto en cine como en televisión y luego repitió con títulos como 'La guerra' (1995) o 'Íntimo y personal' (1996), entre otros.
Fue nominada al Oscar Jessica Tandy, en una de sus últimas actuaciones, y el guion adaptado escrito por Carol Sobieski y Fannie Flagg sobre la novela de esta última.
Carol Sobiesky ya había muerto cuando recibió la nominación.
Premio BMI a la música de Thomas Newman.
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