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CRITICA
Por: PACO CASADO
Después de los hechos que tuvieron lugar hace unos años, el agente del Servicio secreto, Mike Benning, está en busca y captura acusado por el intento de asesinato del Presidente de los Estados Unidos, Allan Trumbull, que ha quedado en estado de coma tras un atentado y debe escapar de su propia agencia y del FBI, que lo persiguen en una carrera contra reloj.
Se ve así convertido en un fugitivo de la justicia mientras intenta descubrir la verdadera amenaza y quienes son los verdaderos culpables y así limpiar su nombre, al tiempo que libra al país de un peligro inminente.
Un prólogo en torno a una acción de entrenamiento de un comando, sirve para darnos a conocer a algunos de los protagonistas y pone de entrada al espectador en tensión, tras lo cual vendrá la trama que nos ocupa.
Cuando un día el presidente va de pesca a un lago, se produce un ataque con drones que bombardean el lugar y muere un buen número de los escoltas.
Tan solo quedan vivos Mike Benning y el Presidente, lo que hace sospechar que el agente está metido en este atentado terrorista en connivencia con los rusos.
La película entra de lleno en esta serie de acción que se inició con Objetivo: La Casa Blanca (2013), de Antoine Fuqua y Objetivo: Londres (2016), de Babak Najafi que, de momento, se cierra la trilogía con 'Objetivo: Washington D.C.' (2019), de Ric Roman Waugh, títulos que llegan a las carteleras cada tres años lo que es una buena táctica para no cansar, ni saturar al público que gusta de esta clase de films.
Este que comentamos no difiere apenas de los anteriores, a pesar de estar realizado por tres directores diferentes, pero que demuestran que saben manejar el género, siendo ésta una de las característica de la serie.
La otra es que todas ellas son cintas de acción cuyos argumentos se centran en atentados políticos de corte terrorista con instituciones o personajes del estado.
La tercera de ellas es que las tres están protagonizadas por el mismo actor, Gerard Butler, incorporando al Agente del Servicio Secreto norteamericano Mike Benning.
A lo largo de la trama vamos teniendo ocasión de conocer algo más del protagonista, de sus problemas familiares del pasado con su padre, de su relación con su esposa y su hija pequeña y con el presidente o de su estado físico que le produce un cierto estrés traumático.
La película tiene un guion que se presta muy bien a esta clase de cine de acción, de tensión psicológica, aunque tiene algunas escenas muy convencionales que en buen rigor analítico no serían admisibles, pero como se trata de divertir y entretener, este tipo de errores se dan por válidos, si no rompen el ritmo, ni despistan el interés del espectador.
La escenas de acción están rodadas, generalmente, de forma bastante confusa.
Junto al protagonismo de Gerard Butler llama la atención la presencia de Nick Nolte en el papel de Clay Banning, como el padre del protagonista, tras una abundante barba que le envejece notablemente, que le ayuda en su huida y añade algo de comicidad.
No es necesario haber visto los otros títulos para seguir éste, ya que son aventuras completas e independientes que se pueden disfrutar por separado.
Ric Roman Waugh comenzó en el cine como especialista de acción y pasándose posteriormente a la dirección, metiéndose de lleno en el género de acción.
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