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CRITICA
Por: PACO CASADO
En el caso de Tom Shadyac, que nunca nos gustó como guionista y menos como director, se da la circunstancia de haber descubierto a Jim Carrey en Ace Ventura, un detective diferente (1994), y a partir de ahí se produjo una pequeña simbiosis que favoreció a ambos, ya que Shadyac sin Carrey parece que no acaba de cuajar sus éxitos.
Así sucedió, una vez más, con la exitosa Como Dios (2003) y dado el taquillazo conseguido decidió continuar con la fórmula en esta peculiar secuela.
Pero en este caso al no contar con Carrey no ha sido lo mismo, sino todo lo contrario, un gran fracaso comercial en los Estados Unidos, entre otras cosas debido a su abultado presupuesto de más de 175 millones de dólares, lo que la convierte, de momento, en la comedia más cara de la historia del cine norteamericano.
Esta vez el protagonista es uno de los secundarios de la primera, Evan Baxter, un popular presentador de televisión que se convierte en novato congresista que se traslada a Virginia con su familia.
Sin embargo sus planes se ven modificados tras pedir ayuda al Altísimo para cambiar el mundo, y cuando éste se le aparece le encomienda la tarea de construir un gran arca ante la inminencia de un nuevo Diluvio Universal, convirtiéndolo en un moderno Noé, lo que llama la atención de sus compañeros del Congreso, de su mujer y de sus hijos ante el crecimiento de su barba, la túnica y la incredulidad de todos los que le rodean debido a su aspecto.
El guion sigue los pasos del relato bíblico referido a este lluvioso episodio tomado a broma al que se le podía haber sacado más partido, aunque tiene algunos momentos cómicos extraídos del contraste al trasladar la historia a la actualidad.
Lo que más sorprende es el despilfarro presupuestario para una comedia familiar en la construcción del arca y en los efectos especiales para hacer creíble la presencia de tantos animales, aunque algunos eran reales, y la fuerza de las aguas por la que circula la colosal embarcación de madera.
La película no es, por lo tanto, una continuación propiamente dicha, sino que toma a dos personajes de la historia original para plantear una trama completamente nueva, una revisión actualizada del episodio del arca de Noé.
Esta vez nos libramos de las muecas de Jim Carrey sustituido por el emergente Steve Carell tras sus éxitos en Virgen a los 40 (2005) y Pequeña Miss Sunshine (2006), junto a la simpática Lauren Graham, el veterano John Goodman y el polifacético Morgan Freeman en el papel de Dios.
Premio Teen Choice a Steve Carell. Premio ASCAP a la música de John Debney.
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