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CRITICA
Por: PACO CASADO
La factoría de Walt Disney, dentro de su producción en imagen real, descubrió un nuevo personaje en Ahí va ese bólido (1969) película dirigida por Robert Stevenson que también lo haría en la continuación de la serie con Herbie un volante loco (1974), para después cambiar la dirección a Vincent McEveety en Herbie en el Gran Premio de Montecarlo (1977) y Herbie torero (1980).
Este personaje no era otro que el de un coche Volkswagen Bug del 63 con mente propia, con la facultad de pensar y actuar por su cuenta y hasta con verdaderos sentimientos acerca de la amistad o del amor.
Agotada la serie, el coche fue al desguace que es donde lo encuentra ahora la que será su nueva propietaria, Maggie Peyton, la hija de Ray Peyton, un piloto de carreras, ya retirado, cuya escudería comienza a perder dinero, y no quiere perder también a su hija cuyo sueño es seguir sus mismos pasos, aunque éste se lo tiene totalmente prohibido.
Tras graduarse le hace el regalo de un coche y para ello la lleva a un depósito de chatarra donde Maggie le había echado el ojo a un bonito Nissan, pero termina llevándose el viejo Herbie lleno de bolladuras, desconchado y oxidado que finalmente le llama más la atención.
Así Herbie número 53 de nuevo comienza la aventura de esta historia en la que su flamante propietaria lo pone a prueba para que acabe por convertirse en un competidor de carrera.
El film, recoge buena parte de las cosas que ya nos ofrecieron los títulos anteriores, aunque ahora con la ventaja de tener los nuevos avances experimentados con los efectos especiales que hacen más creíbles las hazañas del pequeño escarabajo, que es como se le conoce popularmente a este modelo de coche de la casa Volkswagen.
En el guion de una comedia de la productora de Walt Disney no se puede esperar más que buenos sentimientos y situaciones previsibles, ya que va encaminado a los niños, puesto que el auténtico protagonismo se lo lleva el Volkswagen y no Lindsay Lohan, su conductora, Michael Keaton, su padre, o Matt Dillon como el malo de la cinta, que defienden sus personajes lo mejor que saben dando lo mejor de sí y de paso se han divertido un poco rodándolo, aunque con ello no suponga dar un paso adelante en sus respectivas carreras.
Esta vez la dirección ha recaído en una mujer, Angela Robinson, que es la primera que interviene en la realización de esta saga, quien tras hacer tres cortos nos ofrece con 'Herbie a tope' (2005) su segundo largometraje, que lleva a buen ritmo para que el público infantil no se aburra en ningún momento.
Premio BMI para Mark Mathersbaugh por la mejor música. Premio Kid's Choise para Lindsay Lohan.
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