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CRITICA
Por: PACO CASADO
Actualmente el cine de superhéroes sigue estando de moda y desde que en 1978 Superman dio el pistoletazo de salida han aparecido en la pantalla los más conocidos y tradicionales.
Las grandes productoras de comics Marvel y DC rivalizan sacando de los rincones más recónditos a todos su héroes, incluso a los menos conocidos o que figuraron como secundarios en alguna aventura.
En este caso hace tres años se echó mano de 'Wonder Woman', personaje que apareció en los comic en 1941, conocida en España como 'La mujer maravilla', y se le hizo vivir una aventura en Wonder Woman (2017) dirigida por Patty Jenkins, que supuso la consagración de la actriz israelí Gal Gadot, aunque ya había sido secundaria en Fast & Furious: Aún más rápido (2009) y en las sucesivas 6, 7 y 9, de esa serie y otros films sobre superhéroes.
Anteriormente se había hecho una tv movie en 2011 en la que salía el actor chileno Pedro Pascal, que se recupera para esta entrega en el papel de Maxwell Lord, el malo de esta historia.
La acción de este segundo capítulo se sitúa en el año 1984, en plena Guerra Fría, con políticos corruptos y empresarios ambiciosos, con Diana Prince, conocida como Wonder Woman, que echa en falta a Steve, su compañero del pasado.
Ella trabaja en un museo arqueológico en Washington donde entabla amistad con Barbara Ann Minerva, una arqueóloga que acaba de llegar, que termina laborando para el popular presentador de televisión y empresario Maxwell Lord.
Un día, éste con la excusa de hacer una importante donación al museo, gira una visita al mismo y entabla relación con Barbara y se la lleva a su terreno al descubrir que está investigando la identificación de una gema que tiene unas cualidades poderosas, que tiene la capacidad de conceder los deseos de quien la posee, lo que le beneficia para sus planes, ya que su empresa se ha venido abajo al secarse los pozos de petróleo y está en la ruina.
Entre tanto ha hecho aparición Steve Trevor que tuvo una relación amorosa con Diana y que se convirtió en el hombre de su vida, por el que está dispuesta a darlo todo, que le ayudará en su lucha por tratar de recuperar la poderosa gema para evitar males mayores para el mundo si está en poder del enemigo.
Wonder Woman acabará enfrentándose a su antigua amiga Barbara Minerva, que se ha convertido en una villana, que posee una fuerza y agilidad sobrehumanas tras vender su alma a una deidad, pero perdió su alegría y humanidad al estar del lado de Max Lord.
Esta es la segunda entrega de esta heroína de DC Comics, creada por William Moulton Marston, convertida en una producción de lujo con un gran presupuesto y con todos los adelantos en efectos especiales a su alcance, para hacer más vistosa y llevadera esta larga producción de dos horas y media de duración que no se hacen notar, ya que se pasan sin sentir, debido a la agilidad con que está realizada y a la gran cantidad de escenas de acción.
No obstante hay que decir que el guion está lleno de situaciones convencionales como corresponde frecuentemente a estas historias sacadas de los tebeos que suelen estar plagados de fantasía y a las que no se les da mucha importancia, ya que sus argumentos no son realistas, pero son válidos siempre que logren obtener la atención y diversión de los espectadores y que estos se lo pasen lo mejor posible.
Una vez más Gal Gardot incorpora el personaje de Diana / Wonder Woman así como Chris Pine continúa haciendo de Steve.
El film tiene un preámbulo que se desarrolla en la antigüedad que es realmente vistoso, lleno de acción, emocionante y sumamente espectacular, con la infancia de la heroína que interviene en unos Juegos olímpicos, en el que aprende a no hacer trampas, en donde vuelven a tener cabida Connie Nielsen como su madre Hippolyta y Robin Wright en el papel de su tía Antiope, en unas breves colaboraciones especiales de lujo.
Una fotografía luminosa de Matthew Jensen y una espectacular música de Hans Zimmer adornan su estética.
La dirección vuelve a estar en las manos de una mujer, Patty Jenkins, que fue quien inició esta serie que debutó en el largometraje para cine con Monster (2003) que con los dos episodios de esta serie es cuanto constituye su interesante filmografía y lo último que ha hecho hasta la fecha.
Aquí se tocan temas como la fuerza del deseo y el cariño por un hijo por el que se es capaz de todo.
Nota: A poco del comienzo de los créditos finales hay una breve escena Linda Carter como Asteria, actriz que ya fue Wonder Woman en la serie de tv de 1975-79.
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