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CRITICA
Por: PACO CASADO
El género cinematográfico de las biografía de grandes hombres y mujeres ha sido siempre muy variado, ya que en ese apartado han entrado personajes famosos de los que valía la pena conocer su vida o parte de ella o algún hecho importante.
Ahí están como ejemplo un pintor como Henri Toulouse-Lautrec en Moulin Rouge (1952), Vincent van Gogh en 'El loco del pelo rojo' (1956), músicos como Glenn Miller en 'Música y lágrimas' (1954), Franz Liszt en 'Sueño de amor '(1960), deportistas, como Pelé, 'El nacimiento de una leyenda' (2016), toreros, cantantes, y así podríamos seguir citando variados ejemplos de cada uno de ellos, pero ocuparíamos completamente el espacio de este comentario.
Lo que tal vez no sea tan frecuente es que se haga con un guionista de cine como ocurre en este caso que comentamos con Herman J. Mankiewicz, centrándose sobre todo en esa última etapa de su vida en la que comenzó a escribir el guion de la célebre película 'Ciudadano Kane' (1941) que terminó firmando con Orson Welles, a pesar de que en su momento le pidieron que retirara su nombre del mismo a cambio de abonarle su sueldo y diez mil dólares, a lo que se negó en rotundo y acabó compartiendo el Ocar al mejor guion con Orson Welles que fue el único que consiguió de las nueve nominaciones que obtuvo el film.
El relato comienza con el accidente que tiene Herman con su hermano Joseph, futuro director, en un coche fruto del cual se rompe una pierna y Welles lo interna en el Rancho Nort Verde para escribir tratando de alejarlo del alcohol.
El guion de Jack Fincher, padre del director, a través de esa historia y con constantes flash backs, rotulados como si fueran las indicaciones de un libreto cinematográfico, nos va mostrando de camino cómo era el Hollywood de aquellos años 30 y 40 con las rencillas que había entre los grandes estudios capitaneados por David O'Selznick, Louis B. Mayer, Irving Thalberg y los grandes magnates que dominaban el sector, teniendo a sueldo a los guionistas y a las grandes estrellas en exclusiva, todo ello visto a través de los ojos del mordaz crítico teatral y guionista alcohólico Herman J. Mankiewicz, mientras se daba prisa en poder terminar a tiempo el guion de 'Ciudadano Kane' (1941) que sería la ópera prima del genial Orson Welles, para lo que en principio le dieron tres meses y terminaron recortándolo en 60 días que finalmente lo acabó en trece, haciendo una obra de arte y lo mejor que había escrito hasta ese momento.
Ni Makiewicz ni Welles asistieron a la ceremonia de entrega de los Oscars y un año después Mankiewicz volvió a estar nominado por el de 'El orgullo de los yanquis' (1942), de Sam Wood, con Gary Cooper, pero esta vez no lo ganó.
Diez años después fallecía, en 1953, a los 55 años de edad.
Entre tanto se metía con los grandes magnates a los que no tenía inconveniente en decirles la verdad de lo que pensaba de ellos, como igualmente ocurría con los políticos de esa época.
Se podría decir que el guion que ha escrito para esta cinta Jack Fincher es tan complejo como el propio de 'Ciudadano Kane' (1941), debido a los constantes saltos atrás en el tiempo para dar esas pinceladas en las que mezcla el cine y la política con la lucha entre el republicano Sinclair y el demócrata Merian por el puesto de Gobernador.
Entre las estrellas que figuran en esta historia destaca la de Marion Davies de la que se habla para hacer una versión de María Antonieta que finalmente no interpretó.
David Fincher comenzó en el cine con 'Alien 3' (1992) y se hizo un nombre con la estupenda 'Seven' (1995), aunque posteriormente su carrera ha llevado una trayectoria un tanto irregular, con altibajos en la calidad de sus productos, que logra aquí una película interesante más por lo que cuenta, sobre todo para los buenos cinéfilos, que por la puesta en imágenes de la misma, en la que destaca un soberbio trabajo de Gary Oldman en el papel principal del personaje de Mankiewicz.
Premio Sunset Film Circle a la mejor fotografía.
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