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CRITICA
Por: PACO CASADO
En 1972 dirigió Melvin Frank “A touch of class”, en España titulada “Un toque de distinción”, con la pareja Glenda Jackson y George Segal, comedia amable y nada innovadora, pero que tuvo un buen éxito comercial en las pantallas del mundo.
Varios años después, director e intérpretes vuelve a unirse en otra comedia cuyo título original, “Perdido y hallado” en su traducción literal, ha sido aquí modificado en el sentido de que el espectador conecte con la otra cinta, aprovechando la presencia de la misma pareja protagonista.
Por otra parte, ciertamente la cinta va en la misma línea, pero acaso ya con menos mimbres en el guion y menos soltura en sus intérpretes, limitándose todos a cumplir con el expediente y redondear una cinta tópica, con miras exclusivamente comerciales.
Así, tenemos la historia de una recién divorciada y un recién enviudado, que tras un borrascoso encuentro terminan por casarse. No faltan secuencias sobre los celos, un problema con la oposición que prepara él, una madre absorvente que quiere recordar a las de los films hitchcocknianos, y algún otro ingrediente nada original que termina por llevarnos a un final feliz, lógicamente esperado por todos.
Cinta vulgar, cuenta con un trabajo mediocre de Melvin Frank como director, e incluso una vulgar fotografía del excelente Douglas Slocombe, limitándose los protagonistas, Glenda Jackson y George Segal a repetir gestos en todo el film.
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