|
CRITICA
Por: PACO CASADO
Cuenta la historia de una familia en crisis, en la que Carmen ve su matrimonio estancado, Álvaro, su marido no cuenta con ella para tomar las decisiones importantes y sus cuatro hijos no la comprenden, en especial Pedro, el mayor, así como sus hermanos Laura, Eduardo y Luisa.
A Carmen le toca el cuponazo que ha metido en la parroquia y les propone al resto de la familia ir de viaje a Tierra Santa, lo que les cae fatal a todos, y se desata una tormenta en la que afloran todos los sentimientos encontrados, pero termina por convencerlo y finalmente ceden.
Durante el viaje conoceremos a personas con vidas y testimonios impactantes que regresan de los lugares santos transformados y nos adentraremos en sitios que, más que ruinas, son pilares de una fe que transforma los corazones.
Esta película tiene más o menos el mismo esquema que todas las de carácter religioso que hemos venido viendo últimamente, ya sean americanas o españolas.
Esta vez se le introduce una pequeña variante y es la historia de ficción de la familia de Carmen, que son personajes productos de la imaginación de los guionistas, que por cierto es la parte más endeble y menos creíble del film, que se inicia con una charla entre Pedro y su amigo Juan, que es abogado, mientras revisan unas cuentas, y el segundo le forma una especie de juicio al primera para conocer a qué se ha debido el cambio que últimamente ha notado en él, más centrado y responsable, ya que tenía problemas con la adicción al juego que no podía abandonar.
A lo largo de la narración vamos conociendo las declaraciones de dieciocho personas que hacen a cámara en torno a su fe, los motivos por los que ir a Tierra Santa, entre ellos hay tanto seglares como religiosos que se ocupan de orientar a los peregrinos o una monja que nos cuenta una especie de sencillo milagro.
Toda la trama está ilustrada con los sitios más destacados por donde estuvo Jesús, así como los monumentos más valiosos de esos lugares en donde no sólo conviven los cristianos sino también practicantes de otras religiones y tampoco se obvian los conflictos políticos, aunque el gobierno se preocupa por los peregrinos que son una gran fuente de riqueza para el país.
La dirección esta vez está compartida entre Pablo Moreno, que ya lleva realizadas una docena de producciones de este género religioso entre las que destaca Poveda (2016) y Luz de soledad (2016) y por otra parte Andrés Garrigó que tan sólo ha dirigido cuatro de ellas.
Ambos ya habían trabajado juntos en algunas, entre otras 'Fátima, el último misterio' (2017)
En esta ocasión lo llevan a un ritmo que resulta un tanto cansino, únicamente roto por el interés de los abundantes y variados testimonios de las personas que aparecen a lo largo de la narración, sobre lo que ha producido en ellos ese viaje a la tierra que pisó Jesucristo.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
BANDA SONORA
CLIPS
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE