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CRITICA
Por: PACO CASADO
Las películas de James Bond han llegado a lo largo de la serie a constituir todo un género, un apartado especial en las producciones policíacas y de aventuras.
Para hacer un film del agente 007 hay que usar una fórmula ya establecida a lo largo de los quince que se llevan realizados.
Hay que incluir en el argumento una serie de artefactos nuevos que utilizará el agente secreto a lo largo de la aventura, un grupo de chicas guapas dispuestas a jugarse la vida por amor y como misión después liquidarlo y un consabido malo que trata siempre de dominar el mundo.
Todo ello desarrollado con mil peligros y en espléndidos paisajes naturales y sofisticados y lujosos escenarios modernos.
La fórmula, por muy utilizada, parece caducada, pero no es así, porque cada nueva cinta nos reserva siempre una sorpresa y el público no parece cansado por más que se repita.
La serie ha tenido baches a lo largo de todo este tiempo, ha cambiado de director, también de intérprete protagonista, pero aún así, no parece que esté agotada.
En esta ocasión James Bond lucha contra un agente de la KGB que posee unos microchips con los que quiere dominar el mundo y previamente para ello destruir Silicon Valley, en San Francisco.
Su guardaespaldas en esta ocasión es Mayday, una elástica atleta y alta mujer de color, lo que da un nuevo aliciente a la película, a lo que hay que añadir las escenas espectaculares del comienzo en la nieve, las de las calles en San Francisco, las de la Torre Eiffel o en el puente Golden Gate.
Todos sabemos que al final, una vez más, Bond vencerá y lo hará en el último segundo, con la ayuda de sus inventos y de sus guapas mujeres.
John Glen, que fue director de segunda unidad con anterioridad en algunos títulos de esta serie, ha pasado a dirigir ya tres con ésta y como especialista en escenas espectaculares le ha insuflado una nueva vitalidad, aunque no el ritmo que hubiera sido de desear.
A Roger Moore se le van notando ya los años, aunque no sea más que por los siete films que ya lleva interpretados de la serie o por el contraste de las siempre nuevas y guapas caras de las chicas que lo rodean.
Continua el acierto en elegir siempre un grupo de intérpretes de moda para la difusión de la canción de lanzamiento y vuelve el primitivo compositor John Barry a encargarse, una vez más, de la banda sonora que ha compuesto ya en nueve ocasiones.
En definitiva, cine de evasión y aventuras para un sano esparcimiento del espectador.
Premio Bambi y Golden Screen Germany. Nominada al Globo de oro la canción 'A view to a kill' compuesta por John Barry y cantada por Duran Duran.
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