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CRITICA
Por: PACO CASADO
Marvel Studios vuelve a utilizar el personaje creado por Stan Lee de la rusa Natasha Romanova, también conocida como la Viuda Negra, en esta nueva aventura en la que es entrenada por la KGB para convertirla en su agente.
Es una mujer muy fuerte pero al mismo tiempo también muy humana.
Pero cuando la URSS se disuelve, el gobierno trata de matarla.
A partir de ese momento la acción se traslada a Nueva York donde ejerce de una trabajadora independiente, hasta que se da cuenta de que hay fuerzas oscuras que le obligan a volver a la lucha.
Aquí se enfrenta a uno de los capítulos más oscuro de su interesante pasado cuando aparece una peligrosa conspiración relacionada con ella misma con una trama demasiado complicada.
A partir de ese momento es perseguida por una fuerza que no parará hasta acabar con ella, y ante ello Natasha debe lidiar con su vida anterior como espía y con las relaciones destruidas que dejó atrás antes de convertirse en una Vengadora.
En el comienzo en Ohio en 1995 conocemos a una Natasha de doce años que juega con Yelena, su hermana pequeña de seis, que tiene una madre, Melina, un padre Alexei, el Guardián Rojo, que las recoge para huir a Cuba, donde las niñas quedan al cuidado del general Dreykov que las añadirá a su ejército de Viudas.
Veintiún años después Yelena es un producto del entrenamiento de la Habitación Roja, convertida en una feroz asesina, que en muchos momentos ayuda a su hermana en esta aventura.
El personaje de Natasha despertó un gran interés desde que apareció en la colección Marvel en 1964 y posteriormente por primera vez en el cine en Iron Man 2 (2010) y en seis películas más, siempre acompañada de otros superhéroes y ahora, más de una década después lo hace en solitario en esta compleja historia que tiene que ver con parte de su drama familiar, que el público no conocía, así como de su disfuncional falsa familia, a la que vuelve tras ser abandonada por su madre para que le dé una pista de dónde está situada la Habitación Roja.
Esa misma complejidad se ha trasladado a la narración de esta historia que hace que en muchos momentos se convierta en una narración sumamente confusa en la que se ha querido meter muchas escenas de acción que a veces pasan a trasladarse al reino de la fantasía con momentos que resultan totalmente increíbles.
Tanto los creadores del argumento, Jac Schaeffer y Ned Belson, como el guionista, Eric Pearson, se han pasado un pelín en su afán de hacer el film cada vez más espectacular con la destrucción masiva de algunos escenarios entre otras cuestiones en este thriller de acción, espionaje y drama familiar en el que vemos cómo ha sido la evolución del personaje y de su complicada trayectoria en la que se aclaran algunos de los misterios de su vida como ser humano y los motivos que le mueven a su actuación contra un villano al que creía muerto y dispuesta a liberar a las mujeres de lo que ella sufrió en la Habitación roja.
Para nuestro gusto no es de las mejores interpretaciones de una gran actriz como Scarlett Johansson, que se ve acompañada por la ganadora del Oscar Rachel Weisz en el papel de Melina y de la ascendente Florencia Pugh como actrices destacadas del reparto.
Está dirigida de manera funcional por la realizadora australiana Cate Shortland, más centrada en la parte emocional, a lo largo de casi tres meses de rodaje a través de varios países debutando así en este género y como es habitual en estas cintas de acción de superhéroes, tiene un montaje en corto en las escenas de peleas que son puramente mecánicas que desdibujan la coreografía tratando de dar más dinamismo a la trama.
Las mujeres están copando cada vez más puestos en el cine y aquí demuestran que también las hay entre los superhéroes.
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