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CRITICA
Por: PACO CASADO
Hace veinticinco años Warner Bros produjo una primera película titulada Space Jam (1996), dirigida por Joe Pytka, cuyo argumento se centraba fundamentalmente en jugar un partido de baloncesto contra unos extraterrestres, para lo que los Looney Tunes, con Bugs Bunny al frente del equipo, recurrían a la ayuda del mítico jugador de baloncesto retirado Michael Jordan que se convertía casi en el protagonista.
Ahora un cuarto de siglo después se vuelve a hacer otro film titulado 'Space Jam: Nuevas leyendas' (2021) en el que se repite la misma fórmula con algunas variantes.
Aquí se trata de otro jugador de baloncesto, en este caso LeBron James, que tiene un hijo, Dom, que es muy aficionado a los videojuegos e incluso ha creado uno sobre ese deporte con las jugadas que su padre le ha enseñado, pero éste lo que quiere es que deje eso y se centre en ser un campeón de la canasta como él.
Al G. Rhythm, encargado de la informática de la Warner, llama a LeBron para incorporar su figura al programa que está creando y acude en compañía de Dom, que le comenta lo de su videojuego y éste le reta a jugar un partido enfrentando a padre e hijo, para lo que el chico recurre a los Looney Tunes para que le ayuden a formar su.
Como pueden ver el esquema argumental es casi el mismo terminando con el famoso partido, que se hace interminable y farragoso para los niños con el que concluye la historia con un final previsible.
En algún momento LeBron James reflexiona que se había centrado en ser un buen jugador y se olvidó de ser un buen padre dejando que su hijo sea lo que quiere ser, lo que queda como mensaje de este relato.
En este caso el partido ocupa buena parte de la segunda hora del film que se hace larguísimo, introduciendo muchos trucos y estratagemas que no son propios del juego, así como los efectos especiales, lo que hace que se desvirtúen las reglas de este deporte tan popular en los Estados Unidos y segundo en interés en España, lo que posiblemente haya hecho que no arrancara tan bien como se esperaba en la taquilla americana y a la espera de cómo lo haga en nuestro país.
Puede que al ser una combinación de personajes reales con toda la pandilla al completo de los personajes de los dibujos animados de la Warner, no lo haga tan mal, ya que tal vez interese a los espectadores juveniles por los dibujos y más si son aficionados al deporte de la canasta.
Al ocurrir buena parte del argumento en las instalaciones de la productora Warner Bros, se hace abiertamente una publicidad de los mismos sin ningún pudor ni recato que para eso es la que produce la cinta.
A lo largo de la misma hay también algunas referencias cinéfilas, a Superman, Casablanca, Batman, Mad Max, Harry Potter, Austin Powers entre otros títulos.
En este caso se ha cambiado de director siendo el encargado de llevarla a cabo Malcolm D. Lee del que ya se habían visto algunos de sus títulos anteriores en nuestras carteleras.
Posiblemente se haya confiado en que como han pasado tanto años de la otra, haya una nueva generación de pequeños espectadores que no la vieron y les interese ésta.
En la interpretación LeBron James será muy buen jugador de baloncesto, pero como actor no tiene futuro.
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