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CRITICA
Por: PACO CASADO
Ciertamente no acabamos de entender la política que llevan ahora las distribuidoras norteamericanas de estrenar simultáneamente en las salas y las plataforma o a veces anticipándose con estas últimas.
Un caso de cierta rectificación ha sido Raya y el último dragón (2021) que tras poner unas condiciones imposible en su vuelta a las salas está dando un alto rendimiento de cara a la taquilla donde ya lleva bastante tiempo en cartel.
Ahora es Pixar la que estrena su última producción, 'Luca' (2021), en la plataforma Disney+.
Las películas de esta productora siempre han tenido una estupenda acogida, tanto de público como de crítica ya que la marca de la lamparita es una garantía tanto de calidad fílmica como de entretenimiento para los espectadores infantiles como adultos.
En esta ocasión se nos narra un cuento muy original que se desarrolla en el hermoso pueblo (ficticio) de pescadores de Portorosso en la costa italiana.
Luca es un pequeño monstruo marino mutante que vive con sus padres, Lorenzo y Daniela, y la abuela que se dedica a pastorear a los peces pequeños para que nos los pesquen.
Sus padres le tienen prohibido salir a la superficie, pero un día desobedece y ve con sorpresa que se convierte en un niño de 12 años y conoce a Alberto que vive en una torre cerca de la orilla que también es de su misma edad y especie con el que hace una gran amistad, le enseñará a caminar y disfrutar de la vida.
En la torre hay un cartel con el anuncio de una Vespa como símbolo de libertad y ambos sueñan con tener una de verdad, como la de Ercole Visconti, el ganador de las carreras del pueblo de Portorosso, una especie de trialón, a la que se apuntan en el equipo de Giulia, para con el dinero del premio comprarse una.
Giulia es una chica que pasa el verano en el pueblo ayudando a su padre a vender el pescado, que volverá a la escuela en la ciudad para seguir estudiando, en lo que está muy interesado Luca que le gusta aprender y saber cosas nuevas y disfrutar con todo lo que encuentra en la superficie, el sol, el aire, los helados...
Luca tiene la atmósfera y la ambientación de las típicas películas italianas de los años cincuenta con la ropa tendida entre las casas, los chicos jugando al fútbol en la plaza, las viejas sentadas a las puertas, las Vespas, etc. en definitiva un homenaje al neorrealismo italiano.
Los padres de Luca suben a la superficie en busca de su hijo.
El tema de la Vespa de moda en esos momentos en Italia, así como algunos carteles de cine que están en las paredes del pueblo tales Vacaciones en Roma (1953), La Strada (1954) o 20.000 leguas de viaje submarino (1954), nos apuntan la fecha en la que se desarrolla esta historia.
Posee momentos muy divertidos ya que tienen que huir siempre del agua para no denotar su naturaleza monstruosa, así como evitar la búsqueda por parte de los padres o de los habitantes del pueblo siempre pendientes de cazar algunos de los monstruos marinos que se avistan en la riviera italiana en la que está situada el pueblo.
Toca temas como la amistad, la familia, la diversidad, aceptarse a sí mismo, la tolerancia para con los diferentes, la libertad, el deseo de aprender, el amor, la inmigración...
En este caso Pixar se aleja de temáticas más intelectuales como las de Del revés (2015) o Soul (2020) y se centra en una historia sencilla, elemental, sin apenas argumento, pero no por ello menos interesante, con una estupenda realización con secuencias como la de la carrera a toda velocidad por el escarpado pueblo.
El genovés Enrico Casarosa, tras ser nominado al Oscar por su corto 'La luna' (2011), debuta como director de un largometraje con esta pequeña historia pero grande en sus logros siendo el primer italiano al frente de una producción de Pixar, con una banda sonora con canciones italianas de Mina, Rita Pavone, Gianni Morandi que ilustran y ambientan esta entretenida historia.
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