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CRITICA
Por: PACO CASADO
Jodie Foster tiene una gran vocación por dirigir películas, hasta incluso parece que le gusta más que interpretar, o será que como ya tiene dos oscars como actriz, cree que lo tiene todo en esta faceta y quiere ahora explorar la otra. Pero no tiene la misma suerte en este nuevo cometido, ya que 'El pequeño Tate' (1991) no le salió muy redonda y ésta está bastante cerca de aquella.
Claudia tiene un día fatal. Está resfriada, le han echado del trabajo, ha perdido su abrigo en el aeropuerto y su hija le confiesa que va a perder su virginidad en este fin de semana en que ella estará fuera, celebrando el Día de Acción de Gracia, con su familia que no es muy normal: el hermano es homosexual, la otra hermana acude con su marido y su hija, así como los padres y una tía solterona también bastante especial.
Lo que en un principio comienza siendo una comedia se va agriando hasta terminar en drama debido a las relaciones entre los miembros de la familia, que van poco a poco desnudando sus conductas y exponiendo los problemas que cada uno tiene.
El inicio es irregular, momento en que vamos conociendo a cada uno de los personajes, pero es que la continuación y conclusión del tema tampoco nos deja muy contentos, aunque tiene un poco de más contenido.
Jodie Foster no ha querido esta vez estar también delante de la cámara, como en el primer film, y ha preferido que sea Holly Hunter su alter ego.
La elección está bien hecha y su trabajo es destacable, así como el de los dos veteranos Anne Bancroft, que recuerda viejos tiempos, y el siempre sólido Charles Durning.
Los demás están a veces insufribles, caso de Robert Downey jr..
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