|
CRITICA
Por: PACO CASADO
Hace pocos días comentábamos la presencia en nuestras pantallas la reposición de la película Las tribulaciones de un chino en China (1965), dirigida por Philippe de Broca y señalábamos cómo ese film significó en cierto modo el comienzo de la decadencia de un director que anteriormente había dado al cine producciones tan estimables y de gran valor como Cartouche (1962), por ejemplo, y sobre todo El hombre de Río (1964), todas ellas con mucha acción y un magnífico sentido del humor, aunque aquí en algunos gags se repite un poco.
El guion se basa en la novela Ah! mon pote! escrita por Alex Varoux y cuenta la historia de Victor Vautier, un estafador que es un ser realmente incorregible, ya que está en constante movimiento, trabajando en varias cosas al mismo tiempo, usando diferentes nombres y cambiando de disfraz en cada ocasión.
Es un tipo encantador e inteligente, incapaz de pronunciar una frase que no sea embellecida o de decir una mentira de forma descarada.
Su objetivo en la vida es ganar el suficiente dinero para construir un muro que proteja el Mont-Saint-Michell.
Ahora estamos con 'El incorregible' (1974) ante otra de las cintas dirigida por Philippe de Broca, esta vez más reciente, aunque nos ha llegado con dos años de retraso, y de nuevo hay que insistir, por desgracia, en la baja calidad de la puesta en escena en esta ocasión, ya que esta vez se limita a repetir un tono de cine ligero, de comedia al uso, pero con demasiados tópicos y sobre todo está carente de originalidad.
Concebida al servicio del lucimiento de Jean-Paul Belmondo, el desigual actor francés, la película se convierte en un número constante de su protagonista que corre, gesticula, se disfraza, parlotea y monta un número, resultando bastante desigual a decir verdad.
Sus diversos timos y fantasías van dando pie a este film que termina en el supuesto robo de un tríptico famoso, nada menos que del célebre pintor El Greco, realizado por unos compinches del personaje protagonista, todo ello en tono de comedia, nada serio, a veces resulta eficaz pero en otras está muy forzada la posible comicidad.
Esta producción ha dado la oportunidad de reunirse de nuevo el director Philippe de Broca, el músico George Delerue y el actor Jean-Paul Belmondo.
En definitiva el resultado es una cinta bastante vulgar, que entretiene en varias ocasiones, pero a la que no se le pueden pedir peras al olmo.
Premio Golden Screen Germany.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
BANDA SONORA
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE