|
CRITICA
Por: PACO CASADO
El argumento de esta película está extraído de un suceso real en el que en 1983, Frances intentó cinco veces matar a su marido Tony, ya que siendo católica el divorcio está fuera de discusión, por lo que en compañía de la madre y su mejor amigo deciden asesinarlo.
Cuando se publicó el suceso en los periódicos se tomó un tiempo para hacer el guion por parte de John Kostmayer que, en la ficción, contaba el caso de Joey, dueño de una pizzería, que es un mujeriego en serie que está casado con Rosalie, que trabajaba en el negocio.
Ella cumplió cuatro años de cárcel por intento de asesinato y fue cuando se dio cuenta de que nunca le había querido tanto, descubriendo que él había estado haciendo trampa, perdonando las infidelidades de su esposo, un hombre vitalista hasta dejarlo de sobra.
Él también le perdonó los intentos de darle muerte, porque cuando se quiere a una mujer es absurdo engañarle con otras.
Esta es la historia real que con tintes algo más dramáticos que los adoptados en esta chispeante comedia se extrajo de esos sucesos.
Lawrence Kasdan por primera vez llevó al cine un guion que no había sido escrito de su puño y letra.
El film se toma una media hora para situar los acontecimientos y pintar a los personajes, y en el resto lleva a cabo las peripecias de los intentos de asesinatos, cómicamente expuestos. Kevin Kline da bien el papel del fogoso italiano, Tracey Ullman que está muy enamorada esposa, con un divertido personaje de la suegra para la veterana Joan Plowright y dos asesinos muy especiales son William Hurt y Keanu Reeves.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
BANDA SONORA
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE