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CRITICA
Por: PACO CASADO
El cine de Hollywood está sufriendo en estos momentos una auténtica invasión de cineastas italo-norteamericanos como son los casos de Francis Ford Coppola, Martin Scorsese, Brian de Palma como directores o incluso actores como Robert de Niro, a los que habrá que añadir también el de John Travolta entre otros.
Aparte de ellos otros nuevos nombres están apareciendo en la cinematografía norteamericana con producciones que están funcionando muy bien de cara a la taquilla haciendo muy buenas recaudaciones.
Dentro de estos jóvenes invasores podemos contar con los nombres de Nel Needhan o John Badham, entre otros, este último es el director de la nueva película musical 'Fiebre del sábado noche' (1977), con la que el género parece que quiere captar la realidad desde otro plano diferente a como se hacía antes, con un cierto tono trágico, como ya se hizo en 'West Side Story' (1961), con el que puede tener algunos puntos de contacto, por supuesto, siempre salvando las distancias.
El protagonista en este caso es Tony Manero, un chico de 19 años, de clase humilde, italo-norteamericano de Brooklyn, que trabaja en una pequeña tienda de pintura, que trata de liberarse por el baile al terminar la semana los sábados por la noche, en la discoteca local.
Tony se encuentra vacío tanto en el trabajo como en su casa donde no encuentra la comprensión y el cariño que necesita, en constantes peleas con su padre, e igualmente le ocurre con sus amigos, a los que de alguna manera él maneja.
No obstante en su interior bulle una cierta inquietud y ánimo de superación.
Estamos ante una visión realista y sin tesis del mundo de un hortera, un macarra de fin de semana, obsesionado por el baile en el que encuentra la liberación cotidiana que no en halla en su trabajo.
Sin embargo su vida comienza a cambiar cuando conoce a Stephanie Mangano con la que formará pareja de baile.
Con estos presupuestos el film supera poco a poco la barrera de una historia vulgar y superficial, dando contenido a los personajes en un relato que está bien contado por John Badham, con ritmo en las imágenes e igualmente también en la música de las espléndidas partituras escritas por The Bee Gees, que han alcanzado cotas de máxima popularidad en estos momentos en los hit's parades, como igualmente lo está logrando esta cinta entre las más taquilleras del momento.
Con un tratamiento realista del musical, en el que oímos música cuando los personajes ponen un disco o entran en una discoteca, el director John Badham se acerca con sencillez al universo de este chico y su amiga, al de su familia y de sus colegas de ascendencia italiana.
El descubrimiento de John Travolta a quien ya tuvimos oportunidad de ver en uno de los personajes principales de 'Carrie' (1976), de Brian de Palma, es todo un acierto, tanto como actor como igualmente en la faceta de bailarín, de quien ha dicho Gene Kelly que puede ser su sucesor.
Técnicamente tiene una dirección inteligente pero el film acusa un cierto bache hacia el final que impide que sea una obra redonda que, no obstante, supone una nueva visión del musical que hasta ahora había sido tratado con una cierta irrealidad, aquí sin embargo con un fondo más natural y realista.
En definitiva, una película interesante que reúne todo lo necesario para ser un buen espectáculo.
Nominado al Oscar John Travolta. Nominada al Bafta la música de The Bee Gees. Cuatro nominaciones a los Globos de oro. Premio Golden Screen Germany.
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