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CRITICA
Por: PACO CASADO
Con esta película, presentada fuera de concurso en el Festival de cine en español de Málaga, vuelven las historias de aquella serie de pequeños sketchs de igual nombre, que durante cuatro temporadas, de 2005 a 2009, estuvo en las antenas de la televisión de la cadena Telecinco, en una fórmula copiada del país galo, que era seguida por un buen número de telespectadores.
Allí se contaban las peripecias de los empleados de una empresa en torno a la máquina del café, prácticamente a cámara fija, y con un cierto tono de humor, donde se daban las situaciones más absurdas y surrealistas, encaminadas a entretener y a divertir.
En esta ocasión Jesús Quesada, actual Jefe de ventas, el que más se escaquea de la oficina, es nombrado director de la empresa tras recibir un globo mágico y a partir de ahí las cosas empiezan a ir bien para él, todo lo contrario que anteriormente que fue echado de su casa tras ser pillado infraganti por su esposa, en la cama con otra mujer y ahora vive en una autocaravana.
Quesada tiene dos hijos que ya son mayores a los que nunca ve.
La empresa se enfrenta a una tremenda crisis lo que hace que esté a punto de cerrar, su lugar de trabajo de toda la vida en la que Quesada se lo ha pasado tan bien como director comercial, puesto en el que estaba antes, en el que no daba un palo al agua.
Ahora como director, responsable de la misma, debe evitar el cierre y sacar adelante a los trabajadores, teniendo que asumir esa carga.
Entre las delegaciones españolas y portuguesa se establece una carrera para ver quien factura más y la que pierda se verá abocada al cierre.
Julián Palacios, Marimar Montes, Maricarmen Cañizares, Victoria de la Vega, Mónica Salazar, Ricardo Mesa, Arturo Cañas, Gregorio Antúnez y compañía, son algunos de los patéticos empleados que se enfrentarán a la crisis para evitar que la empresa vaya a peor, y deberán salvarla junto a su nuevo director, Quesada, que es nada más y menos que el rey del escaqueo.
Este es el debut en la dirección de un largometraje del actor Ernesto Sevilla para cuyo guion ha requerido el concurso de Miguel Esteban y Joaquín Reyes que se otorga el papel además de Ricardo, en un reparto que están los de casi siempre y algunos más que se han incorporado para la película caso de Manuel Galiana, Ingrid García-Jonsson y Javier Botet, con el cameo final de Karina.
Cinematográficamente es un despropósito desde el ridículo argumento al guion para el que ha sido necesario el concurso de cuatro personas, hasta la dirección del debutante Ernesto Sevilla, y el trabajo de algunos de los actores, por no señalar.
No obstante posiblemente le guste a aquellos espectadores que fueran fieles seguidores de la serie, y les traiga nostalgia de aquellos tiempos, en los que se divertían con los antiguos esperpénticos personajes, que no es nuestro caso.
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