|
CRITICA
Por: PACO CASADO
El tema de la relación entre los profesores y los alumnos es un buen vivero de ideas para confeccionar argumentos cómicos para las películas, aunque últimamente el cine italiano lo ha empleado con bastante frecuencia para sus comedietas cómicas, con profesora o alumna, según los casos, ciertamente despampanantes.
En 'Los cateados' (1980) es en este caso el cine francés quien se mete en este tema y lo hace con una cierta habilidad y hasta diríamos que con bastante ingenio, a cargo de un director como Claude Zidi, que si bien no es ninguna lumbrera haciendo cine, sí al menos tiene una cierta experiencia en la comedia al haber realizado con anterioridad algunas películas cómicas con artistas tan destacados como es el caso de Louis de Funès, con quien recordamos en estos momentos recientemente su estreno de Muslo o pechuga (1976).
Baptiste Lavalle, más conocido por sus compañeros como Bebel, va con ellos a la escuela secundaria privada Luis XIV de Versalles, donde disfrutan lo suficiente de su vida sin más preocupaciones como para suspender deliberadamente los exámenes obteniendo un récord nacional de cero alumnos a la hora de graduarse.
Lucie, la permisiva esposa del director, León Jumaucourt, se hace cargo del tema y está decidida a dejarlos pasar de curso a pesar de ello, por lo que no es rival para los trucos que emplea Bebel a lo largo del curso, al contrario, ya que la tiene por completo a su lado.
La historia se centra en ese liceo francés que bate el récord de obtener el cien por cien de alumnos suspendidos.
Se trata de un pequeño negocio familiar.
Pero también es cierto que en ese centro parece reunirse lo peor de la grey estudiantil francesa.
Ante los nuevos procedimientos mucho más modernos empleados por los profesores del centro, instalando cámaras de televisión para la vigilancia en los exámenes, e incluso una máquina para hacer estudiar a los alumnos, están por contra las réplicas de los estudiantes con sus procedimientos.
Así las faenas se suceden unas tras otras y la comicidad no decae en ningún momento de la trama, con algunos gags que son bastante originales y están muy conseguidos.
La actuación de los jóvenes actores protagonistas, como los veteranos que encarnan a los profesores, que están en el otro bando, está bastante ajustada a las posibilidades respectivas con arreglo a los cometidos que se les han encomendado a cada uno.
La dirección de Claude Zidi, en este caso, es ágil y dinámica y el resultado conseguido es el de una comedia muy divertida que por otra parte no pretendía más que eso, que el espectador lo pase bien.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
BANDA SONORA
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE