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RITICA
Por: PACO CASADO
Ciertamente no podía estar mejor programada esta producción a pocos días de haberse producido la celebración de las elecciones en el vecino país del norte, Francia, para tener una ambientación más adecuada, sobre todo si algunos de los espectadores que la vean en nuestras salas son de esa nacionalidad.
Porque de eso trata el argumento de esta película, que no es más que una ficción política con una mujer divorciada en la presidencia de Francia, Elisabeth de Raincy, que a tres días de producirse las nuevas elecciones, se descubre un escándalo que salpicará a Luc Gaucher, el nuevo sucesor de su partido destinado a ocupar el sillón que ésta dejará vacío, si las gana.
En caso contrario las encuestas darían un giro importante dando la victoria a Willem, el líder del partido de la extrema derecha.
Elisabeth hará todo lo que esté en su mano, junto a los componentes de su equipo, para desviar este asunto en un tiempo récord, ya que tan sólo disponen de tres días para poder cambiar el curso de la historia utilizando toda clase de medios y posibles estratagemas aunque no sean muy legales.
En parte es un cuento moral, por otro lado se trata de un apasionado thriller político y un vívido retrato de nuestro momento en la política actual.
El mundo de ayer (2022) está ambientado en la Francia moderna, pero los temas también reflejan la política fracturada de los Estados Unidos.
La actriz Léa Drucker interpreta con convicción a la presidenta francesa Elisabeth de Raincy que ha decidido dimitir y retirarse de la política, dando su apoyo a su sucesor, pero un posible escándalo podría cambiar el curso de las inminentes elecciones, mientras que Denis Podalydès es el candidato y hombre fuerte.
El film muestra todos los entresijos, la fidelidad, la traición, el fracaso, la conspiración y los intereses, así como los tejemanejes que se traen entre manos los políticos jugando a veces de manera sucia contra sus oponentes sacando a la luz un vídeo que ha estado oculto y que muestra la corrupción del candidato al recibir un maletín con una cierta elevada cantidad de dinero.
Por otra parte la propia presidenta guarda un secreto que también podría cambiar el signo de las mismas que tan sólo se lo confiesa a su hija, a la que le ruega no lo divulgue, porque es un secreto de estado, y ésta se lo comunica a su padre.
A lo largo de la historia hasta se producen algunas muertes, como si se trata de un thriller policiaco y para que no falte de nada ocurre también un atentado en el que se producen varios muertos y algunos heridos, lo que hace que empeore aún más la situación.
El retorcido guion está escrito por Gérard Davet, Fabrice Lhome y el propio Diastème que ha contado con estos periodistas expertos en investigación política, además de con Christophe Honoré, para explorar el miedo al crecimiento de la extrema derecha en el país galo, que como ha sucedido recientemente ha ido ganando terreno.
La acción se desarrolla en las dependencias del Palacio del Elíseo con apenas dos o tres salidas al exterior, lo que lo hace un tanto teatral y claustrofóbico, amén del enredo político, con un desenlace final que queda en el aire.
'El mundo de ayer' (2022), también podría titularse el mundo de hoy, porque la verdad es que el tema político da igual la nación que sea, no ha cambiado desde siglo inmemorial, ya que esto se plantea como un partido de fútbol en el que hay que salir a ganar, aunque sea comprando al árbitro, si fuera necesario.
Se trata de la nueva cinta del director francés Diastème que es la cuarta que realiza, tras hacer un corto, de las cuales tan sólo se conoce en 'España Sangre francesa' (2015), con una realización bastante discreta.
El título de esta película se refiere al pesimismo político del estado del mundo y está extraído del libro de memorias del escritor austriaco Stefan Zweig El mundo de ayer: Memorias de un europeo, que escribió en los años cuarenta antes de emigrar a Brasil ante la llegada de Hitler y de suicidarse, en el que se muestra la decadencia del poder que puede decidir individualmente el destino de un país, pero no se trata de una adaptación.
La banda sonora tan sólo hace hincapié en los momentos más dramáticos dejándose notar.
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