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CRITICA
Por: PACO CASADO
Jim Thompson escribió este relato de amor y lealtad envuelto en violencia en el año 1958 no sólo para publicar una novela, sino que soñaba con que Hollywood le comprara los derechos para el cine, hasta el punto que hizo un guion que fue rechazado por diversos estudios.
No obstante llegó a ser guionista para Stanley Kubrick de 'Atraco perfecto' (1956) y 'Senderos de gloria' (1999).
Al final Hollywood se fijó en su novela, cuatro años antes de su muerte en 1976.
Fue Sam Peckinpah quien en 1972 encargó el guion a Walter Hill y lo llevó a cabo con Steve McQueen y Ali McGraw, marido y mujer en la vida real en aquellos momentos, como protagonistas.
Ahora, al cabo de 22 años, el cine se vuelve a fijar en la novela de Jim Thompson, siendo el director australiano Roger Donaldson el encargado de ponerla de nuevo en imágenes.
Y volvió a recurrir a Walter Hill para hacer otra vez el guion, poniendo ahora todo lo que en aquellos momentos no podía o la censura no le permitía.
Se trata de un largo viaje de perdedores que terminan huyendo a México y burlando la ley, y eso no estaba bien visto entonces.
La censura española lo arregló con un cartel justificativo al final congelando una imagen del principio con el protagonista entre rejas.
La cinta de Sam Peckinpah se convirtió en una auténtica leyenda, convertida ya en un clásico del género.
Era perfectamente encuadrable en su filmografía violenta, resultando un film destructivo y épico.
En esta nueva versión, y aunque las comparaciones sean odiosas, aquí son inevitables, hay pocas variaciones con respecto a aquella, salvo una violencia más acentuada y las escenas de sexo más explícitas.
El estupendo argumento urdido por Jim Thompson sigue funcionando bien a la hora de mantener el interés del espectador.
En lo que no hay comparación es en el impulso romántico de Sam Peckinpah que en Roger Donaldson no aparece por ninguna parte.
Tampoco hay color ni comparación en la pareja protagonista.
Mientras que Steve McQueen era más duro y circunspecto, Alec Baldwin es más galán y más sutil.
Y en lo que respecta a Ali McGraw era más tierna y Kim Basinger más dura y sexy.
El guion que Walter Hill vuelve a escribir de 'La huida', más de veinte años después, hace que se parezcan enormemente ambas versiones y su tema sigue teniendo la misma garra, aunque su realización sea menos interesante y emocionante que aquella primera versión de Sam Peckinpah.
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