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CRITICA
Por: PACO CASADO
Película famosa en su día, atrajo bastante la atención popular tal vez por el intrincado y retorcido argumento de pasiones y su forma de presentarlo.
Ayudó a su lanzamiento el famoso baile del sirtaki en una época en que los bailes estaban de moda.
Hoy día, con la perspectiva de los años, se puede ver mucho más claramente que la película no era nada entonces y mucho menos ahora,
Tan solo han transcurrido diez años y ciertamente el film no ha resistido el paso del tiempo, viendose ya viejo y caduco en todo.
Y no vamos a argüir el hecho de ser en blanco y negro, que es lo que puede tener menor importancia, sino en su dirección, en la forma de desarrollarlo, en los baches que posee la cinta en su ritmo y puesta en escena.
Michael Cacoyanism director griego que se puso de moda en unos años y que aprovechó su boom para rodar varios largometrajes, no puede con la novela de Kazantzakis, pensada como una tragedia griega llena de fuerza y vigor costumbrista que trata de reflejar el modo de vivir de un pequeño pueblo de Creta.
Tan solo dos personajes, el de Zorba y Madame Hortensia tienen consistencia y auténtica personalidad, gracias también a los trabajos de Anthony Quinn y Lila Kedrova, en un personaje que nos recuerda a la Gelsomina de "La Strada".
Cinta, en definitiva, desigual, larga, que no llega a convencernos a pesar de que había materia suficiente para haber creado un buen film.
El largometraje, no obstante, logró el Oscar a la Mejor actriz secundaria, Lila Kedrova, así como a la Mejor fotografía y la dirección artística.
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