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CRITICA
Por: PACO CASADO
Teníamos ciertas esperanzas en este film por estar dirigido por Richard Fleischer, director norteamericano que siempre ha tenido un buen hacer cinematográfico.
A decir verdad no nos ha defraudado del todo, aunque no nos ha convencido totalmente tampoco.
Sabiendo de lo que se trataba, conociendo su argumento porque de todos es sabido lo que ocurrió en el célebre ataque a Pearl Harbour, que motivó la entrada de los Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, la cinta en este sentido no nos aporta nada nuevo.
Una serie de datos recopilados de la realidad, una gran cantidad de acciones paralelas que se desarrollan en los dos bandos contendientes en la lucha y distintos puntos, tierra, mar y aire, el film se limita a llevar estos detalles de forma puntillosa y extremada, logrando hacer de la guerra un auténtico espectáculo.
La película no trata de hacer aborrecer la guerra de una forma directa, tal vez lo consiga indirectamente porque se desprenda como siempre de cualquier acción bélica, la inutilidad de la misma y el sacrificio que supone de multitud de vidas humanas metidas inocentemente en el conflicto.
El objetivo del film parece ser más bien el de conseguir no aburrir al espectador a pesar de la gran cantidad de datos técnicos, personajes metidos en el conflicto y hacer una pintura espectacular y brillante de una gran cantidad de medios puestos al servicio de la cinematografía.
Hay belleza en las imágenes y espectacularidad en las mismas, sobre todo en la segunda mitad, cuando comienza el ataque.
Fleischer ha salvado este pelígro, pero se ha quedado solo ahí. Esta es su mejor virtud y su defecto.
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