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CRITICA
Por: PACO CASADO
Esta historia sucede en Nueva York en el año 1933 del pasado siglo y en ella se nos cuenta la epopeya romántica que sigue a tres amigos Burt Berendsen, Valerie Voze y Harold Woodman, que han sido testigos presenciales de un asesinato que son acusados ante un grupo de personas de ser los culpables, mientras que el autor real escapa a continuación tras denunciarlos falsamente ante los presentes.
Debido a ello se ven envueltos en una de las tramas secretas más impactantes, convirtiéndose en sospechosos para la policía que anda tras ellos, pero al mismo tiempo descubren uno de los complot más escandalosos ocurrido en los Estados Unidos de aquellos años, en el que un poderoso grupo, trata de reemplazar al presidente Franklin Delano Roosevelt y hacer fuerte el dólar.
Una vez terminada la Gran guerra el trío se marchó a Amsterdam donde transcurrió la etapa más feliz de su existencia, de ahí el título de esta producción.
La trama está basada en sucesos que ocurrieron realmente, pero al mismo tiempo se mezclan con algunos hechos extraídos de la ficción.
A poco de iniciarse el relato la acción se traslada mediante un flash back a 1918 durante la Primera Guerra Mundial cuando debido a las heridas recibidas por Burt, que pierde su ojo derecho, como Harold, tienen oportunidad de conocer a la valiente enfermera Valerie, que es quien lleva a cabo las curas y les saca la metralla de sus cuerpos.
Posteriormente se vuelve a la realidad de esos años treinta en que se desarrolla el resto de esta historia, cuando Burt se ha convertido en médico, está casado con Beatriz, de la que está separado, Harold es abogado y ayudan ambos a las personas que tienen problemas en esos temas o no tienen dinero.
Todo comienza cuando el General Bill Meekins ha fallecido y su hija Elizabeth cree que ha sido asesinado, por lo que pide a Bert que le haga una autopsia, durante la cual conoce a Irma St. Clair, que despierta un cierto interés en él.
Debido a ello Elizabeth es perseguida y empujada bajo las ruedas de un automóvil causándole la muerte ante el grupo de personas antes mencionado.
El guion ha sido escrito por el propio director de esta producción, David O. Russell, que a nuestro juicio algo torpe va añadiendo poco a poco más personajes que no acaban de estar muy definidos y por otra parte se peca de escasa acción y una gran cantidad de diálogos en su sustitución lo que hace que se convierta en algo lento y monótona su narración, al tiempo que se hace largo su metraje con dos horas y cuarto.
De pasada se tocan otros temas como la amistad entre los componentes del grupo de los tres amigos, surgiendo el amor entre dos de ellos mientras que todos se mantienen siempre leales, a pesar del paso del tiempo cuando vuelven a reencontrarse.
En los metros finales entra en escena el General Gilbert Dillenbeck, interpretado por el veterano Robert De Niro, que les ayuda a resolver la investigación que están llevado a cabo y que supondrá la aclaración de su inocencia y el impulso en el interés de la trama.
Una sátira social llevada a cabo en la realización por David O. Russell, del que recordarán sus películas Joy (2015) o La gran estafa americana (2013), entre otras, que no acaba de entusiasmar ni enganchar al espectador.
Tiene bajo su mando a un gran grupo de actores desaprovechados en su mayoría, encabezado por Christian Bale, Margot Robbie y John David Washington que forman el trío protagonista a los que se les ve muy conjuntados.
Emmanuel Lubezki da a la fotografía un tono de color sepia que ayuda mucho a la ambientación de la época.
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