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CRITICA
Por: PACO CASADO
La mayoría de las veces, hacer un remake de otra película ya existente suele ser mala cosa, porque no se supera casi nunca al original, por mucho que se empeñen y que haya avanzado el cine en cuestión técnica.
Mucho peor es cuando se trata de un film estupendo.
Así ocurre con 'Menudo bocazas' (2001), que se basa en la cinta 'Al otro lado del puente' (1957), de Ken Annakin, con Rod Steiger, que vertía al cine la novela escrita por el célebre autor británico Grahame Green Across the bridges.
En este caso eligen el argumento y se lo toman a broma.
Daryl Chase es un banquero que por error es acusado del crimen del gobernador de un estado mexicano, que no ha cometido, y de blanquear dinero del narcotráfico, dentro de una operación millonaria de blanqueo de dinero procedente del tráfico de drogas.
En su huída, porque el FBI le pisa los talones, cambia su identidad con Freddy Tiffany, un pillo, un bocazas ladronzuelo de poca monta que se tropieza en la estación, sin saber las consecuencias que le puede traer.
El argumento se acaba ahí.
El resto es una repetición tras otra de la misma situación, de una huida interminable y de una serie de elementos que el espectador nunca sabe en qué bando juegan, ni cual es la identidad de ninguno de ellos, porque nadie es quien dice ser en ninguno de los casos.
Un guion sin mucho sentido, que no ayuda para nada a la vulgar y confusa realización de George Gallo (guionista de Huida a medianoche (1988) que hace con ésta su tercera película, protagonizada por dos malos cómicos afroamericanos, procedentes de la televisión, que aquí no hacen más que exhibir su humor grosero sin ninguna gracia.
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