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CRITICA
Por: PACO CASADO
En el cine británico siempre ha habido una gran querencia por el género de la comedia, pero sus producciones han tenido habitualmente un carácter muy especial que las distinguía de las de otras nacionalidades, como pueda ser la norteamericana.
Esta película que nos ocupa está basada en hechos reales y ciertamente lo decimos porque cuando se ve parece que es producto de la imaginación del guionista o en este caso de los autores de la novela en la que está basada, en la que se recoge lo ocurrido al personaje central de esta historia.
En esta ocasión se cuenta la increíble trayectoria de Maurice Flitcroft, un hombre de 46 años que trabajaba en los astilleros escoceses manejando una grúa, que en su tiempo libre estudió varios idiomas y algo de música y cuando conoció a Jean, la convirtió en su esposa.
Esta era madre soltera de un chico, Michael, y en su matrimonio tuvieron dos gemelos, James y Gene, que resultaron unos apasionados por el baile, mientras que su hermanastro llegó a gerente de la empresa.
En una remodelación del personal, al ser nacionalizado el astillero, Maurice quedó fuera y viendo la televisión se interesó por el deporte del golf; empezó a entrenar y un día se apuntó al Campeonato del Abierto británico de 1976, uno de los mejores torneos del mundo como profesional, sin serlo.
Por un error burocrático fue admitido, batiendo el récord en negativo de la peor puntuación de la historia con 121 golpes.
Esto no es más que el principio, ya que debido a ello adquirió una notable fama y lo intentó varias veces en distintos torneos a pesar de que acaba siendo descubierto cuando se cambia de nombre y de nacionalidad.
Ello concita la comicidad de este film con las situaciones cómicas que se producen, aunque no llegue a provocar la carcajada pero sí la sonrisa en diversas ocasiones y de la que se puede sacar la enseñanza de no rendirse nunca y seguir adelante, ya que cualquiera puede cumplir su sueño aunque pueda parecer imposible.
Su actuación en el British Open de Golf Championship del año 1976 le convirtió en una auténtica leyenda de este deporte.
El guion está escrito por Simon Farnaby, basándose en la novela The phanton of the Open: Maurice Flitcroft, The world's Worst Golfer, redactada en colaboración con el periodista Scott Murray en 2010, en la que se recoge todo lo sucedido realmente.
Su argumento la convierte en una comedia conmovedora por la ingenuidad de su protagonista, por perseguir un sueño que apuntaba tan alto como conseguir alcanzar las estrellas, sin importarle lo que hubiera que hacer con tal de lograrlo, ya que todo el mundo merece al menos tener una oportunidad.
El elenco de esta amable cinta está muy bien elegido con un simpático Mark Rylance como Maurice, Sally Hawkins en el papel de su ingenua esposa, así como los dos gemelos bailarines encarnados por Christian y Jonas Leer.
Por su parte la dirección corre a cargo del actor Craig Roberts que tras interpretar más de cuarenta películas y series de televisión se pasó a detrás de la cámara, siendo este su tercer largometraje que está realizado con el ritmo requerido.
En los créditos finales hay imágenes del verdadero personaje.
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