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CRITICA
Por: PACO CASADO
'Chacal' (1973), dirigida por Fred Zinnemann constituyó un éxito como novela y también como película.
Era lógico que se eligiera otra obra de Frederick Forsyth para llevarla al cine ya que además de ser un excelente periodista, que le da de vez en cuando por escribir una novela, sabe darle interés a estos relatos inspirados en hechos reales añadiéndole algo de su propia cosecha.
El autor se inspiró nuevamente en un hecho real, en el que tras el suicidio de un anciano judío, el periodista independiente Peter Miller, en posesión del diario de ese hombre, investiga a Eduard Roschmn un excapitán, criminal de guerra, que comandó un campo de concentración durante la Segunda Guerra Mundial y cuenta las actividades secretas de unos supervivientes de la S.S. nazis que con el nombre de Odessa continúan su tarea de seguir exterminando judíos, dándole una forma dramática.
Es una organización formada por antiguos miembros de las S.S. germanas que pretenden dominar el mundo y seguir la matanza de los judíos.
Esto lleva aparejada una trama policíaca que sigue un periodista y que convierte en una venganza personal, lo que posiblemente le reste importancia dramática y verosimilitud al hecho, junto con algunas ramificaciones políticas de venta de armas a otras naciones y los consiguientes partidos políticos que se encuentran implicados en el asunto que, naturalmente, complican la trama y ayudan a mantener el interés, que no decae en ningún momento, a lo largo de la extensa duración.
La narración está construida con habilidad y sus acciones paralelas coincidirán al final, donde los rivales se encuentran frente a frente de manera muy cinematográfica.
A Ronald Neame, que si bien es un realizador con oficio, un artesano seguro que está acostumbrado a hacer productos comerciales, que sabe sustituir la falta de inspiración con su veteranía y conocimientos, le ha bastado con seguir el libro para lograr un film interesante que siempre mantiene la atención del espectador, con sus implicaciones políticas, mientras que la intriga cautiva y entretiene reservando para el final las secuencias más espectaculares.
La virtud fundamental de 'Odessa' (1974) es su elementalidad, su sentido del espectáculo, la buena concreción de los hechos y cierta y aguda capacidad de describir los ambientes, personajes y hechos minuciosamente narrados con esa cualidad típica del cine inglés que consiste en su notable artesanía.
Parte del mérito corresponde al texto original de Frederick Forsyth que gradúa la emoción de forma maestra lo que facilita grandemente la labor a la hora de transformarlo en guion, aunque en algunos momentos caiga en lo convencional.
Se trata pues de una agradable cinta de aventuras y suspense con un contenido ideológico que no estorba.
Ronald Neame aporta una dirección adecuada al empeño que se ha propuesto, sabiendo sacar partido de ciertas secuencias que recuerdan al cine de Carol Reed.
Destaca la perfecta ambientación, la estupenda fotografía del gran operador Oswald Morris, uno de los mejores en la actualidad, su calidad fotográfica es uno de los elementos más gratos y mejor logrados.
En la interpretación sobresale Jon Voight, así como la mayoría de los personajes secundarios que dan relieve al relato, llamando la atención el papel de mujer madura que hace María Schell, quedando en un lugar secundario su hermano Maximilian.
'Odessa' (1974) dentro de su carácter de producción de acción, procura un rato entretenido y emocionante por el interés de la intriga y de su indudable calidad.
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