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CRITICA
Por: PACO CASADO
Al igual que le ocurrió al cine italiano en cierto momento en el que parodiaba todos los grandes éxitos del cine mundial convirtiéndolos en comedias, así le está ocurriendo al cine norteamericano que, ante la ausencia de nuevas ideas, de grandes guionistas que inventen historias, se dedica a autoparodiarse.
En esta ocasión le ha tocado a 'Mentes peligrosas' (1995), por lo que se coge a la enseñanza por punta y se lleva a los extremos más insospechados del absurdo.
Todo ello a través de un pobre y apocado profesor, Richard Clark, cuyo padre tiene una de las más reputadas academia del país, la Wellington Academy, pero él se empeña en enseñar en el peor y más conflictivo de los institutos de barrio, el Marion Barry High School, de Los Angeles.
Allí consigue imponer sus propios métodos pedagógicos, tras sufrir toda clase de vejaciones, pero finalmente logrará que cambien sus vidas para siempre.
Ahora tratará de inspirar a los estudiantes para que obtengan buenas notas y cortejará a una compañera maestra.
La fórmula en otros géneros, como el de catástrofes, ha dado en otros casos buenos o mejores resultados que en esta ocasión, que salvo algunos chistes y situaciones aisladas, resulta de un convencionalismo excesivo y un aburrimiento supino.
Los pobres actores que se ven metidos en el lío, tratan de salir de él lo mejor que pueden, pero poco aportan al lamentable resultado final.
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