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CRITICA
Por: PACO CASADO
Aunque dicen que las comparaciones son odiosas a veces se hacen inevitables.
Y eso ocurre con 'Vanilla Sky' (2002) y 'Abre los ojos' (1997), de cuyo ingenioso y novedoso guion se hace una copia de lujo, a juzgar por la gran diferencia de presupuestos (370 / 12.700 millones de ptas.), técnicamente bien hecha, pero que no mejora el original.
La historia en esencia es la misma, aunque la versión norteamericana se alarga en 30 minutos, tal vez para hacerla más explicativa, con algunas cosas que no estaban en el original, como la conspiración de los directivos de la compañía contra el protagonista, que no aporta nada, y alarga algunas secuencias de la pareja Tom Cruise-Penélope Cruz para hacerla más comercial, por aquello del morbo, y se vuelve en su contra, ya que pierde ritmo.
La complejidad del guion original, a veces incomprensible, se prestaba a varias interpretaciones, pero al final cuadraba todo como un perfecto puzzle, cosa que aquí no ocurre así o al menos no de forma tan clara.
Tampoco se ha quebrado demasiado la cabeza Cameron Crowe ya que hay planos que están copiados exactamente, mientras que otras veces parece que va a salir del paso, con un film de encargo para lucimiento de Tom Cruise, que resulta inferior al original, cosa por otra parte que suele ocurrir con los remakes.
Los actores están correctos en sus respectivos papeles y Cameron Díaz estuvo nominada a los Globos de Oro.
La banda sonora tiene exceso de canciones y poco score.
La verdad es que no hacía falta esta versión en la que lo comercial se ha impuesto a los valores puramente fílmicos.
¡Ah! el cielo color vainilla del título se refiere a una pintura de Claude Monet.
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