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CRITICA
Por: PACO CASADO
'Alice' (1990) es la película número veinte de las escritas y dirigidas por Woody Allen y, como los grandes autores, y Woody Allen lo es, nos cuenta, una vez más, sus inquietudes, traumas y pesadillas, que le han acompañado a lo largo de su vida y su obra fílmica.
Aquí nos narra la historia de una mujer de mediana edad, y con un alto nivel socio-económico que acude a la consulta de un neurópata chino, buscando solución a sus fuertes dolores de espalda.
Pero el doctor la irá proporcionando diversos e insólitos productos que le harán descubrirse a sí misma y tomar una importante decisión.
En esta ocasión hace un pequeño retrato a través de una católica mujer burguesa neoyorquina que un buen día va a visitar a un médico chino debido a un dolor de espalda.
Este le da unas hierbas que le aliviarán su dolor, que no se encuentra en su espalda y le descubre que el mal está en su mente.
Ella se ha enamorado de otro hombre y su sentido de culpabilidad, de infidelidad católica es lo que realmente le está afectando y torturando.
Estas pócimas le permitirán hacerse invisible y descubrir otras cosas que no sabía respecto a su matrimonio como encontrarse con su antiguo novio, ya fallecido, o recibir una musa que le inspire para escribir unos guiones.
Al final descubrirá que su acomodada posición de mujer burguesa, sin nada que hacer más que llevar los niños al colegio e ir de compras, no es lo mejor y se fijará en su ídolo, en la Madre Teresa de Calcuta para cambiar de vida y encontrar la felicidad perdida.
Con esta excusa nos ofrece la radiografía de la burguesía neoyorquina y un homenaje a su mujer, una Mia Farrow, que hace con este el film número once a su lado, y para ello se mira en el espejo de la Alice de Lewis Carrol.
Aquí prefiere cambiar el diván del psiquiatra por la fantasía onírica, por poderse hacer invisible, para no tener que cruzar el espejo como la heroína de Lewis Carroll, cambiando el conejo que le guía por una inspirada música de jazz que le servirá de conductor por el intrincado mundo de los perdidos recuerdos y de la mente.
Todo esto lo integra Woody Allen en la cinta con la naturalidad de los genios, sin tener que recurrir a los efectos especiales, aceptando el mundo onírico como lo más natural, como algo que es cotidiano, que ocurriera todo los días, de ese mundo en el que se mezclan los celos, el amor, las sospechas o la timidez de un encuentro que se quiere no sabido.
'Alice' (1990) es, según la ha definido el propio Woody Allen: "Es un recorrido a través del largo viaje que realiza una mujer con el fin de autorreconocerse y de descubrir lo que realmente importa en la vida".
La entonada fotografía de Carlo di Palma va acorde con la perfecta interpretación de una cada vez más madura Mia Farrow, un acertado William Hurt y encajado Joe Mantegna, junto a un gran número de ilustres actores a los que les compensa simplemente estar incluidos en un reparto de una película de Woody Allen, aunque no lo encabece y tenga que ir en el mismo carácter de letra y en orden alfabético o de aparición.
El guion de esta película fue nominado al Oscar, una vez más, como suele ocurrir con los que escribe Woody Allen. Premio NBR a Mia Farrow.
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