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CRITICA
Por: PACO CASADO
Tras inaugurar el Festival de cine en español de Málaga y participar en el Festival de cine de Barcelona en su séptima edición, fuera de concurso, llega ahora hasta nosotros, Alguien que cuide de mí (2022) dirigida por Elvira Lindo y Daniela Fejerman.
Nora es una joven actriz con un futuro prometedor con una trayectoria que va en ascenso, cuyos amores de su vida son: su abuela Lilith, que ya está retirada, pero que en su momento fue una de las grandes damas de las escena, y Cecilia, su madre, cuya carrera profesional en los grandes cabarets en la década de los años ochenta va declinando, tras haber estado en lo más alto, ya que ambas tuvieron unos grandes éxitos en el mundo del espectáculo, cada una en su parcela.
Se dan cita aquí las cuitas de tres mujeres que representan a sus respectivas generaciones, en las que se manifiesta no sólo el paso del tiempo, sino el cariño y el amor que se tienen entre ellas.
Pero Nora descubre que su madre guarda un secreto que la ha marcado durante toda su vida, además de que atraviesa una mala racha económica y está a punto de ser desahuciada.
En estas vidas paralelas ocurre como sucede en el drama de Antón Chejov, La Gaviota, donde los celos y el amor brota entre ellas.
No obstante Cecilia tiene un punto de apoyo en Pedro, un actor veterano, homosexual, ya retirado, que también triunfó como cantante y actor en las compañías de revistas al que tiene como punto de apoyo y en el que confía sus secretos, miedos y frustraciones.
Nura nunca `pudo acceder a esa parte oscura de la vida de su madre que tanto ella como su abuela le ocultaron.
Pero Nora cada vez está más interesada en saber ese pasado de su madre.
El film, pleno de ambición y de buenas intenciones, se inicia con la escena en la que Nora obtiene el Goya como mejor actriz con el discurso de agradecimiento y dedicatoria del premio.
Esta película ha supuesto el debut en la dirección de la célebre escritora Elvira Lindo y lo ha hecho en colaboración con otra mujer, la también directora Daniela Fejerman.
Elvira Lindo ya había escrito más de una docena de guiones para el cine y series de televisión como el de 'Manolito Gafotas' (1999) o 'Plenilunio' (1999) entre otros, pero esta vez no se ha conformado con escribir sólo el guion de esta dramedia, sino que también ha subido un escalón más y ha co-asumido la dirección.
Junto a la trayectoria de estas tres mujeres, transcurre a la vez la relación de Nora con Teo, el actor que le da la replica en el montaje escénico que ambos llevan a cabo y en el que el contacto que tienen los personajes que representan se transmite también a la realidad de la vida.
Tiene una realización con algo de teatral, no solo por la referencia a la puesta en escena de La Gaviota, sino porque la cinta también está divida en tres partes tituladas No pueden llamarlo amor, Juntos somos invencibles y Cuando llegue aquí aquella noche, como si fueran los actos de una obra escénica.
En este sentido posee un guion muy bien elaborado que lleva de forma bastante lograda estas relaciones paralelas de los personajes y los secretos que se esconden en ellas, lo que mantiene bien el interés por parte del espectador.
La nueva directora lo ha debido tener bastante fácil al poder disponer de un cuadro de actores muy notable con la joven Aura Garrido como Nora, la excelente Emma Suárez como Cecilia y la veterana Magüi Mira, al que hacía tiempo que no veíamos en el cine, como la abuela Lilith, y con el apoyo masculino por parte de Pedro Mari Sánchez, igualmente desaparecido desde hace mucho de la gran pantalla, como Pedro, y Víctor Clavijo en el papel de Teo.
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