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CRITICA
Por: PACO CASADO
Esta historia está contada con voz en off por Pietro, uno de los protagonistas.
Siempre nos han gustado las películas que cuentan relatos que son originales y algo diferente de lo que es habitual.
La acción se sitúa en el olvidado pequeño pueblo de Grana, situado al pie de los Alpes italianos, que sólo tiene catorce habitantes, en el que uno de ellos es un niño, Bruno, que vive con su tío y le ayuda en las tareas del campo.
En el verano de 1984 llega de vacaciones al pueblo una familia compuesta por la madre y Pietro, ya que Giovanni, su padre, que es ingeniero está trabajando en una gran fábrica en Turín y va cuando puede.
Los dos niños, de 12 años, ambos, de distinta clase social y educación, terminan haciéndose amigos.
La primera media hora está dedicada a ellos, sus correrías y andanzas por el pueblo y la montaña.
El padre de Pietro es muy aficionado al alpinismo y su hijo le acompaña, a veces, junto con su amigo Bruno.
La acción avanza diez años cuando ya adultos conservan la amistad, Bruno sigue viviendo en el pueblo y Pietro en la ciudad, Turín, pero vuelve durante los veranos.
Bruno le prometió al padre de Pietro que reconstruiría una casa derruida que hay al pie de la montaña, le pide a éste que le ayude y poco a poco consiguen levantarla de nuevo.
A Pietro le gusta escribir, viajar, publica un libro y se marcha a vivir a Nepal, donde conoce a Asmi, su pareja, pero no deja de visitar a Bruno cada vez que puede, que ha contraído matrimonio con Lara y tiene una hija pequeña llamada Anita.
Esto en esencia es lo que se nos cuenta a través de este film en 147 minutos, que nos parece demasiado tiempo, ya que alarga innecesariamente el texto de la novela que no es muy extensa y se repite en situaciones, aunque no deja de tener interés la gran amistad entre estos dos hombres que no dudan en ayudarse en diferentes circunstancias en una relación que dura treinta años.
Bruno y Pietro recordarán sus orígenes en multitud de ocasiones, mediante las experiencias vividas, el amor, la amistad, las crisis y los constantes reencuentros.
Durante años Bruno permanece fiel a vivir en la montaña, mientras que Pietro lo hace en la ciudad, pero va y viene a visitar a su amigo al que nunca olvida.
El guion está basada en una fiel adaptación de la premiada novela de 2016 del escritor italiano Paolo Cognetti, Le otto montagne, ganadora del prestigioso Premio Strega y primera suya adaptada al cine que dirigió en 2006 un mediometraje documental sobre cuatro escritores que viven y trabajan en Brooklyn.
El matrimonio de directores belga, Felix van Groeningen y Charlotte Vandermeersch, son los encargados de contarnos este profundo canto a la amistad entre esos dos hombres teniendo como fondo los impresionante paisajes de los Alpes realzados por una espléndida fotografía de Ruben Impens que respeta el formato 4/3.
Los amigos están interpretados por Luca Marinelli y Alessandro Borghi, dos de los mejores actores italianos del momento.
La banda sonora está compuesta por las canciones del cantautor sueco Daniel Norgren.
Premio al mejor guion adaptado de la Sociedad Internacional de Cinéfilos. Premio Ensor en el Festival de Ostende. Premio al montaje en Berlín. Premio del público en el Festival de Vilna. David de Donatello a mejor película y guion adaptado. Premio del jurado en Cannes. Mejor fotografía en Valladolid.
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