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CRITICA
Por: PACO CASADO
Tras el experimento de 'Zelig', Woody Allen vuelve con 'Broadway Danny Rose' a la comedia tradicional.
Aquí rinde un homenaje a los artistas de variedades, gremio en el que él empezó.
La película se inicia con una reunión de artistas que recuerdan las anécdotas del personaje protagonista hasta que uno de ellos cuenta la mejor y más larga, que constituye el resto del film.
Nos narra la pequeña historia de un perdedor nato, de un representante de artistas de segunda fila que si logran triunfar le abandonan de inmediato.
Con gran facilidad pasa del melodrama a la comedia con un cine tan personal que no se puede imitar, dada la agudeza que derrocha, el talento de sus guiones y la dirección de actores tan espléndida, sacando registros a su nueva musa, Mia Farrow, que no había dado hasta ahora.
Como en 'Zelig' logra aquí una perfecta ambientación, aunque se aparte del carácter experimental de aquella, con momentos de gran comicidad, carreras y persecuciones incluidas.
Llama la atención la total ausencia de sexo, elemento siempre habitual en todas sus cintas, viviendo un amor limpio con Mia Farrow.
No falta algún puntazo amargo a la sociedad que rodea al mundo del espectáculo y la corrupción que existe en ella.
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