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CRITICA
Por: PACO CASADO
El director irlandés Frank Berry vuelve al cine con 'Aisha' (2022), un relato sobre las experiencias de las personas que se marchan a Irlanda en busca de protección internacional en este drama conmovedor de contenido social.
Dicha acogida se conoce como Direct Provision y en ella se acogen las necesidades básicas de las personas que están a la espera de la decisión a tomar por las autoridades sobre la solicitud que han presentado que, a veces, se alarga en el tiempo, existiendo siempre la posibilidad de ser deportado, como le ocurre a una familia que es vecina de Aisha, la protagonista de esta historia que llevaba cinco años esperando.
Aisha Osagie es una joven nigeriana de color, de educación universitaria, que vive en un centro de acogida desde hace un año, busca que le den asilo permanente en Irlanda, que se ve inmersa en un laberinto de burocracia y papeleo con los servicios sociales que salió de su país tras el asesinato de su padre y su hermano por una deuda y la violación sexual de ella.
Está sola, trabaja media jornada en una peluquería y no quiere sacrificar su dignidad para satisfacer las demandas de las autoridades, entre las que se encuentran burócratas cuya actitud es respetuosa, mientras que otro son todo lo contrario, racistas o con mal comportamiento con ellos.
Entre tanto encuentra una ayuda en Conor Healy, un chico irlandés que trabaja en el centro de alojamiento, que tiene un pasado problemático.
Ambos tratan de establecer y mantener una amistad, mientras que la situación de Aisha es cada vez más agobiante, amenazada de ser deportada en cualquier momento mientras espera.
Un día es trasladada de ubicación a un barracón distante del piso donde estaba antes, no obstante no pierde el contacto con el joven Conor.
Un día recibe una llamada de su país en la que un vecino de su madre le comunica el fallecimiento de ésta.
Ella trata de ir al entierro pero las autoridades le comunican que no podrá volver a Irlanda en ese caso.
Un drama que expone un tema tan problemático como es el de los emigrantes que buscan asilo político en otro país dejando atrás a los familiares a los que posiblemente nunca más podrán volver a abrazar, como si fuera una muerte en vida.
El film nos ofrece un buen trabajo de la pareja protagonista, Letitia Wright, de la que recordarán su intervención en Black Panter y Josh O'Connor conocido por la serie televisiva The Crown.
Frank Berry afronta el tema con un enfoque sobrio lleno de autenticidad en el análisis de la situación en el que con frecuencia se humilla a los inmigrantes, para terminar en este caso con un final incierto.
Premio Iris a la mejor dirección, guion y diseño de producción. Premio del público en el Festival de cine de Cork.
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