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CRITICA
Por: PACO CASADO
Esta es una historia muy original coproducida por Francia, España y Chile en la que se presta un homenaje de amor al cine.
La acción está ambientada en Chile en el año 1966 y transcurre hasta la llegada de Augusto Pinochet al poder en 1973, tras el golpe de estado que derrocó al socialista Salvador Allende.
María Margarita es la menor de cuatro hermanos de una familia que vive en un pueblo minero en el salitrero desierto de Atacama (Chile), tan abandonado actualmente.
El momento más especial de la semana para esta familia, encabezada por los padres Medardo y María Magnolia, Marcelino, Manuel y Mirto, los hijos y María Margarita la pequeña, es el domingo, cuando todos van al cine a disfrutar de historias que les permiten evadirse de la vida cotidiana transportándolos a otros mundos, como los de El hombre que mató a Liberty Valance, Senderos de gloria, Espartaco, Desayuno con diamantes, El bueno, el feo y el malo, El apartamento, Los paraguas de Cherburgo, Los diez mandamientos. entre otros títulos.
Pero un día el padre tiene un accidente en la empresa alemana en la que trabaja, debido a una explosión, y se queda temporalmente en una silla de ruedas, con lo que los ingresos merman y ya no pueden acudir todos al cine.
Entonces adoptan la fórmula de que cada semana un hijo, por turno, va a ver una película y después se la cuenta al resto de la familia.
Los padres de la niña pronto se dan cuenta de que la pequeña tiene un don muy especial y es que posee una gran habilidad para contarlas, lo que se extiende por el pueblo y esto cambiará la suerte de la familia, ya que muchas personas acudirán a que les cuente la de la semana, cobrando así una mínima entrada por ello.
También en otra ocasión alguien que está enferma en cama, un familiar le pide que acuda para ejercer esa misma función.
El guion está basado en una novela de 130 páginas del escritor chileno Hernán Rivera Letelier, publicada en 2009, que transforma algunas cosas que suceden en el libro, que tiene algo de autobiográfico del autor que es muy aficionado al cine.
Para su confección se hizo necesario el concurso de los españoles Isabel Coixet y Rafa Russo que modificaron el guion escrito por el director brasileño Walter Salles años atrás, que de alguna forma inflan una historia que es prácticamente una anécdota y unos personajes que apenas están perfilados.
La cinta disfruta de un reparto internacional que tratan de coger el acento de la tierra con más o menos fortuna, arropado por la fotografía del catalán Daniel Aranyó y la música del vasco Fernando Velázquez que cada vez se hace más internacional.
La veterana directora danesa, Lone Scherfig, de la que recordarán algún título suyo como 'Italiano para principiantes' (2000) es la encargada de llegar a buen puerto este film, aunque no sea del género de su preferencia, pero salva el escollo con cierta dignidad, de un guion que no acaba de delinear bien a los personajes, aunque resulta un relato que ve con agrado.
Por su parte los actores actúan dignamente los personajes que les han caído en suerte, incluidas las dos actrices que representan a la chica protagonista Alondra Valenzuela y Sara Beckr.
En definitiva se trata de una sobria carta de amor al cine.
Premio Seminci Joven al mejor largometraje en Valladolid.
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