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CRITICA
Por: PACO CASADO
Se podría escribir un libro acerca de las muchas versiones que ha realizado el cine de la famosa novela del escritor escocés Robert Louis Stevenson sobre la doble personalidad del Dr. Jekyll y Mr. Hyde.
A la gran cantidad de ellas que existen, vienen a unirse este año la de Stephen Frears y la de Gonzalo Suárez, que ya había tratado el tema en la literatura, texto que utiliza ahora para volcarlo al celuloide.
Para Gonzalo Suárez las versiones del bien y el mal que suponen respectivamente Jekyll y Hyde están subvertidas, pero a pesar de ello no lo deja muy claro en su exposición fílmica.
Con frecuencia se confunden los términos y las acciones de los personajes, complicando además el relato central con otro complementario con el que se inicia el film.
Por otra parte lo españoliza siendo aquí el doctor Octavio Bieral y su ayudante, El Otro, y a lo largo del relato nos da algunos titulares de periódicos acerca de los acontecimientos que van sucediendo en el mundo.
Una cosa sí tiene de original esta nueva versión del irregular realizador asturiano, y es la utilización de dos actores, muy parecidos, para incorporar a los dos personajes y sin usar ningún truco o efectos especiales.
Pero esto no viene a aportar mucho a un relato confuso, reiterativo, algo frío que no acaba de convencer en muchos aspectos.
No cabe duda de que Gonzalo Suárez ha mejorado con respecto a sus dos últimas cintas, 'La reina anónima' (1992) y 'El detective y la muerte' (1994), que eran auténticamente demenciales, pero aún le queda por perfilar y actualizar un poco su didáctica cinematográfica.
Ahora ya no vale ese cine de símbolos y veladas imágenes ocultas que hacía en sus primeras cintas, cuando no se podían decir las cosas de otra manera.
Ya hay que ir por derecho, el espectador está más preparado y la censura no existe.
Los mismos actores se contagian de la frialdad del relato que transmiten a los propios espectadores.
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