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CRITICA
Por: PACO CASADO
Del famoso relato de Charles Dickens, escrito en 1844, que le hizo famoso en el mundo entero y que se convirtió en emblema de la Navidad, se han hecho muchas versiones cinematográficas, por lo que era arriesgado acometer otras más.
Jimmy T. Murakami, un director califoniano de origen japonés, que comenzó siendo dibujante y después estudió cine, tras hacer algunas películas de ación real como la mediocre Los siete magníficos del espacio y otras de dibujos como Cuando el viento sopla, que fue muy bien recibida por la crítica, pensó que la que hubiera querido Dickens hacer sería ésta que ahora nos ofrece.
Es la conocida historia del avaro Eveniser Scrooge que tras enfrentarse con los tres fantasmas de la Navidad, del pasado, presente y futuro, cambia y pasa de odiar estas fiestas a conventir todo el año en Navidad.
Murakami se ajusta fielmente al libro de Dickens, aunque introduce los dos ratoncitos que van a servir de conductores del relato que encierra en un paréntesis de imagen real con el autor dando una conferencia en el Gran Hotel de Chicago y cierra una vez concluida. Amplía la relación entre Scrooge y Belle en el pasado y hace menos cruel la indigencia de los niños pobres.
Se vuelve al dibujo a mano, olvidándose del ordenador, lo que le da más torpeza en los trazos y movimientos, pero gana en encanto, con buenos fondos de la ciudad de Londres en aquella época.
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